Aula sensorial

El aula sensorial en nuestro centro nace como un proyecto de innovación con dotación económica de la Consellería de Educación. El profesorado de infantil nos estábamos dando cuenta de que a nuestro alumnado le estaba faltando algo. Nuestra metodología y sociedad nos demandaban hacer un cambio, dar solución a esta necesidad fundamentalmente basada en el movimiento, en la parte motriz de nuestros alumnos. Durante el curso 2016-2017 se pone en marcha esta iniciativa y se consigue inaugurar el día 10 de abril de 2017, a cuya inauguración asiste el conseller de Educación D. Vicent Marzà. El claustro en pleno se forma en «integración sensorial» y comenzamos a disfrutar del aula.

A partir de ese momento el aula es un continuo referente para otros centros educativos y las visitas a sus instalaciones son constantes por parte de otros profesores de distintos centros educativos. Se participa en diferentes Jornadas organizadas por el Cefire y por la Facultad de Magisterio para difundir el tipo de metodología, así como su uso y funcionamiento, produciéndose un gran interés y aceptación por parte de los asistentes en todas estas ponencias.

El alumnado que mayor rendimiento le saca al aula es el alumnado de Educación Infantil, quienes tienen asignadas un total de 5-6 sesiones por nivel a la semana –16 sesiones semanales para la totalidad del alumnado de infantil–, y aprovechan las sesiones de inglés o cuando disponen de un apoyo en el aula para poder hacer desdobles y así trabajar mejor en pequeños grupos en el aula sensorial, grupos de no más de seis niños. Después, el alumnado de P.T. (Pedagogía Terapéutica), quienes cuentan con un total de 9  sesiones. El aula está disponible para cualquier niñ@ del centro, sea de la edad que sea, pues el material está adaptado para edades entre 3 y 12 años.

Sin duda, nuestro alumnado se está beneficiando de este recurso presente en nuestro centro en numerosos aspectos, que se ven reflejados en ámbitos de la vida cotidiana, en el área artística, en el área deportiva, en la autoconfianza, conocimiento y control de uno mismo, en la motricidad tanto fina como gruesa, en la creatividad, imaginación, en las relaciones sociales entre el alumnado, la discriminación sensorial, la atención, en el planteamiento y resolución de problemas, en la mejora de consecución de los diferentes contenidos curriculares… pues las actividades propuestas van encaminadas en todo momento a conseguir estos logros.

En resumen, la metodología utilizada se basa en el aprendizaje significativo, activo, partiendo de la propia experiencia y experimentación, donde se respeta el ritmo de cada alumno en un clima distendido y de confianza, donde el niño se siente seguro, sin miedo a equivocarse, se siente partícipe, integrado y motivado en todo momento, predispuesto, sin duda alguna, para el aprendizaje, pues sólo se aprende cuando estamos motivados.