La Organización Mundial de la Salud (OMS) define las Habilidades para la vida como “aquellas aptitudes necesarias para tener un comportamiento adecuado y positivo que nos permita enfrentar eficazmente las exigencias y retos de la vida diaria”.
Las Habilidades para la vida están orientadas al bienestar humano y social, el profesorado las puede poner en práctica tanto en la tutoría como desde su propia asignatura, módulo o ámbito. Al plantearnos este reto y desarrollarlas en clase les ayudaremos a “aprender a ser”, adquiriendo habilidades que contribuirán a su desarrollo personal, a la resolución positiva de los conflictos y adquirirán herramientas para su orientación profesional y ocupabilidad.
En un mundo cambiante como el actual, con la vivencia de la certeza de la vulnerabilidad como individuos y como sociedad, nos refuerza en la importancia de educar para una gestión positiva de uno mismo y de las relaciones con los otros, educar para el pensamiento crítico con el fin de filtrar y analizar la sobreinformación que se recibe.
Desde el enfoque de Educación y Promoción de la Salud, estas habilidades para la vida funcionan como factores de protección y de prevención de las conductas de riesgo, fomentando así el “desarrollo positivo e integral de la infancia y la adolescencia”.
Palabras clave: inclusión educativa, habilidades para la vida, tutoría.