La Educación Infantil constituye una etapa educativa con un doble valor. Por un lado, ofrecer un entorno de aprendizaje seguro y estable, que posibilite la igualdad de oportunidades desde un desarrollo equilibrado de los niños y niñas. Por otro lado, permitir que las niñas y niños se conviertan en personas partícipes y activas de la sociedad, que comprendan una serie de valores.
La finalidad de la etapa de Educación Infantil es pensar en un niño o niña como protagonista de sus procesos de crecimiento y desarrollo, por lo que la educación se entiende como la capacidad del equipo educativo de ofrecer a las niñas y a los niños oportunidades de experiencias.
En este sentido, cobra importancia el valor de la tarea educativa de los y de las profesionales de la etapa de Educación Infantil, el personal educador y las maestras o los maestros. Su actitud y capacidad de reflexionar e investigar sobre cómo crear las condiciones que puedan ofrecer a los niños y niñas oportunidades adecuadas a cada uno de ellos o ellas, siguiendo caminos individuales y diversos, permitirá darles apoyo en su proceso de desarrollo de experiencias, relaciones, conocimientos y aprendizajes.
Por lo que, con estas jornadas, se pretende comunicar a las profesionales de la educación, en concreto las de primer ciclo, la importancia de conocer las necesidades del infante, su construcción de aprendizajes a través de la neurociencia y compartir experiencias de otras escuelas infantiles creando redes.