Con el modelado e impresión 3D se introduce a los niños/as desde edades tempranas en el mundo de la fabricación digital. Implementar esta tecnología en las aulas favorece el desarrollo de la competencia digital y se consiguen enseñar conceptos básicos de ingeniería o construcción, entre otros, desde un punto de vista más práctico.
Además, es un tipo de tecnología inclusiva apta y útil para todo el alumnado independientemente de sus capacidades. Cada alumno/a tiene su propio ritmo y un estilo de aprendizaje diferente, y la impresión 3D tiene la facultad de adaptarse de forma individual a cada uno de ellos. Se fomentan conceptos como la creatividad, la imaginación, la capacidad de libre elección, la innovación… en definitiva, comprueban que son capaces de construir casi cualquier cosa que sean capaces de imaginar.
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