Con el huerto escolar se consigue todos los principios básicos que confluyen en la idea de que la educación
es un proceso de construcción en el que tanto el profesor como el alumno tienen una actitud activa que
permite aprendizajes significativos. Se parte del desarrollo del alumnado y de sus aprendizajes previos, así
como de sus intereses. Posibilita que los alumnos y las alumnas realicen aprendizajes significativos por sí solos.
Proporciona situaciones y actividades en las que los alumnos y alumnas deben actualizar sus conocimientos
con sentido para ellos y resulten motivadoras. Proporciona situaciones de aprendizaje que exigen una intensa
actividad mental del alumno o alumna (observaciones, clasificaciones, dudas, hipótesis, comprobaciones,
búsqueda de información.) y así está obligado a reflexionar, tomar decisiones y justificar sus actuaciones.
Crea un ambiente de trabajo en el que se fomenta el interés por plantear cuestiones y la confianza para
aplicar sus ideas a situaciones novedosas. Promueve la interacción en el aula como motor de aprendizaje, con
flexibilidad en los agrupamientos.

Este curso nuestro compañero Daniel, especialista de A.L. coordina el huerto con el resto de docentes que han trabajado con sus grupos de alumnado en el huerto. Cómo se puede observar el trabajo está siendo espectacular y todavía queda mucho curso y mucho que cultivar.