Está ubicado en la zona de expansión de Callosa de Segura, en el antiguo camino de La Serrana, cercano al municipio de Cox.
Desde su creación en 1966 han sido muchas las cosas que han cambiado: el plan de estudios, la denominación, la titularidad, la ubicación, la condición de Extensión, el sistema de gestión, el alumnado, y el personal docente y no docente. En el curso académico 1975-76 finalizó el Plan de Estudios de 1967, para dar paso al Plan del Bachillerato Unificado y Polivalente (B.U.P.), y en el curso 1998-99 dejó éste de impartirse para comenzar con el plan actual marcado por la LOGSE.
El cambio en el plan de estudios ha supuesto que la denominación del Centro también haya variado. Así comenzó siendo Instituto de Enseñanza Media “Mixto”, pasó a llamarse Instituto de Bachillerato (primero
“Cardenal Belluga” y luego, como ya hemos indicado arriba, “Vega Baja”) y actualmente se denomina Instituto de Educación Secundaria.
La titularidad del Centro también sufrió un cambio, pues en 1983 la Generalidad Valenciana asumió las competencias educativas y, así, dejó de depender del Ministerio de Educación y Ciencia para hacerlo a partir de ese curso escolar de la Conselleria de Educación.
En la historia del Instituto hemos pasado de ser Sección Delegada (Extensión) de los Institutos “La Asunción” de Elche (curso 1966-67) y “Gabriel Miró” de Orihuela (cursos 1967-68 y 1968-69), a tener en distintos periodos como Extensiones dependientes la de Albatera y la Redován, localidad es que ya disfrutan de sus propios Institutos.
Actualmente, el sistema de gestión está completamente informatizado y, en consecuencia, se ha modernizado totalmente su función. Los ordenadores han sustituido a las máquinas de escribir. Poseemos nuestra propia página web y el sistemade control de faltas de asistencia, amonestaciones e incidencias del alumnado se realiza también por medios informáticos, al que tienen acceso los padres de forma inmediata a través de internet.
El Instituto, además de ser testigo de cambios académicos y administrativos, lo ha sido también de personal docente y no docente, y de alumnado, al incorporarse numerosos hijos de inmigrantes, tanto magrebíes, como sudamericanos y de países del este de Europa.
Desde 1966 hasta nuestros días han sido muchos los alumnos, profesores y trabajadores que han pasado por las aulas y despachos del Instituto de Callosa.
Estamos seguros que ninguno de ellos ha olvidado esta etapa tan maravillosa de sus vidas. Y nosotros, que todavía seguimos “al pie del cañó”, no podemos acabar sin un emocionado recuerdo de todos aquellos que con su esfuerzo y dedicación contribuyeron a lograr lo alcanzado hasta ahora.