Este texto es una reflexión a partir de la triste noticia que apareció hace unos días en todos los medios de comunicación sobre la muerte de un fotógrafo en las calles de París ante la indiferencia de la gente que pasaba por su lado
RAFAEL MARTÍNEZ PERDIGUERO, 2º BAC N. La existencia de personas desfavorecidas en nuestra sociedad es un hecho real y, en mi opinión, no es un tema que interese destapar lo suficiente como para buscar soluciones reales, ni a nivel gubernamental, ni tampoco a nivel personal de cada uno de nosotros.
Estamos acostumbrados a ver gente necesitada a nuestro alrededor y hemos normalizado una situación que ya no consigue afectarnos. La política actual está creando cada vez más canales de ayuda sociales para intentar llegar a las personas con necesidades básicas, pero no creo que éstas sean suficientes. Las necesidades son variadas y pueden ir desde las económicas para comprar alimentos, ropa … hasta necesidades sociales como ir a psicológicos, formación académica…incluso la pobreza energética.
En muchas ocasiones, nuestra conciencia considera que estas personas son “diferentes” a nosotros, o que han tenido mala suerte en la vida, pero la verdad es que todos somos iguales y deberíamos cooperar entre nosotros. Tendríamos que aprender y darnos cuenta que cualquiera de nosotros puede encontrarse un día en esa situación.
Para finalizar, estamos en una sociedad muy materialista, y considero que deberíamos ser un poco más humanos y pensar que todos somos iguales y merecedores de una vida digna. Pienso que no solamente deben ayudar las organizaciones, sino que cada uno de nosotros puede y debe ayudar en la medida de sus posibilidades.
¿Y tú qué opinas