Día de la Paz

El 30 de enero de 1948, Mahatma Gandhi, considerado el padre de la no violencia, fue asesinado a tiros por un fanático hinduista. Desde 1964, para conmemorar muerte de Gandhi, se celebra en este día, el Día Escolar de la No Violencia y la Paz, reconocido por la UNESCO.


El mensaje básico de este día es: "Amor universal, No-violencia y Paz. El Amor universal es mejor que el egoísmo, la No-violencia es mejor que la violencia y la Paz es mejor que la guerra".


La educación en y para la tolerancia, la solidaridad, la concordia, el respeto a los Derechos Humanos, la no-violencia y la paz son motivos para recordar el 30 de enero. En este día, los colegios y todos los centros educativos reafirman su compromiso de ser instrumentos para promover la paz y el entendimiento entre personas de distinta formación, raza, cultura y religión. No hemos de olvidar que la escuela es un reflejo de una sociedad con la que comparte defectos, pero en ella también se educa para la vida y se busca desarrollar en los alumnos las capacidades y competencias necesarias para una participación social activa.

Por todo ello, hemos de contribuir, a través de la educación, a la concienciación de todos en la construcción de un mundo mejor, un mundo más justo y más humano que permita que todos los individuos tengan la misma oportunidad de desarrollar plenamente sus facultades en el seno de una sociedad democrática, libre, justa, responsable y en paz.

 



Cuando empezó la clase, el profesor les habló seriamente a los alumnos sobre la paz: ¿no os paráis a pensar en los malos momentos que se viven en el mundo debido a las guerras o la violencia?


Marina pensó y pensó durante días acerca de la pregunta que su profesor había hecho. Quizás tenía razón. ¿Por qué era tan difícil encontrar la paz? Junto a sus amigos se dio cuenta de que realmente si no trabajamos por ella, es muy difícil conseguirla. Por eso se atrevió a organizar talleres en su instituto, con la ayuda de los profesores, durante el Día escolar de la no violencia y la paz. Fue en ese instante cuando la chica descubrió que una pequeña iniciativa puede lograr cosas más grandes; que solo si seguimos el camino de la paz, la podremos encontrar.


Todos unidos durante ese día, recordamos que la PAZ está ahí, esperándonos para que consiga llegar incluso a los rincones más pequeños de nuestro mundo. Ojalá recordemos esa unión día a día y nunca abandonemos este camino.

SUEÑA, AMA, RESPETA Y RECUERDA QUE LA PAZ EMPIEZA EN LOS PEQUEÑOS GESTOS COTIDIANOS, QUE SOLO TÚ TIENES LA PAZ EN TUS MANOS.

                                                                                                          Cristina Mª Sánchez Martínez, 1.º Bachillerato B
 

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