Venus en el arte urbano de Novelda

Toda esta historia comienza cuando Rosanna Arango Escursà me propone hacer un artículo sobre arte urbano para la revista Betània de este año. En ese momento me empiezo a plantear cómo abordar un texto que verse sobre esa temática. Pero llega un momento en el que me planteo la posibilidad de que sean mis alumnos de tercero A, B y C los que hagan su propio arte urbano con el objetivo de hacer que un artículo para una revista salga de la misma y se extienda por las calles de nuestra población. Y así, de paso, conseguimos darle protagonismo a nuestro alumnado y a su trabajo.

Una labor artística  es siempre un acto comunicativo. Todos conocemos el funcionamiento de los procesos comunicativos que comienzan por un emisor lanzando un mensaje para que algún receptor o receptores puedan recibir esa información a través de un canal. Las diferentes disciplinas artísticas pueden transmitir cualquier mensaje empleando códigos muy diferentes. Yo tenía claro que quería emplear la pintura mural como medio para transmitir esos mensajes. Pero no tenía claro sobre qué tratar. A uno le gusta que las manifestaciones artísticas, especialmente las que se hallan en las calles a la vista de los transeúntes, además de poder tener una función o una intencionalidad estética, traten de hacer pensar, de transmitir alguna idea, de reivindicar. Vivimos en la Era de la Imagen, rodeados y saturados de imágenes constantemente. Pero la mayoría de esas imágenes no nos hacen pensar demasiado. Las que nosotros fuésemos a hacer debían  invitar al espectador a reflexionar.

Así llegué a la idea de las Venus. Venus o Afrodita es la diosa de la Antigüedad clásica a la que se le atribuyen los asuntos relacionados con el amor y el erotismo.  Y a lo largo de la Historia del Arte Occidental, ese es el papel al que han sido relegadas una parte enorme de las representaciones artísticas femeninas. La belleza, el amor, la sensualidad son conceptos maravillosos, pero no debería de tolerarse que a un sexo se le siguiese asignando en la actualidad tal encasillamiento. Por ello decidí emplear a la Venus surgiendo de las aguas de Sandro Botticelli. Es una imagen que, a pesar de los siglos transcurridos desde su creación en el Renacimiento, se halla inserta en nuestra iconosfera. Es decir, la conocemos, la hemos visto, aparece en los medios de comunicación de masas... Nuestro alumnado recordaba haber visto reproducciones de esa pintura en libros, en internet, adaptaciones en series como Los Simpsons y en redes sociales. Es una pintura que sigue habitando en nuestras mentes y en nuestro entorno. Por ello había llegado el momento de actualizar a esa Venus.

La idea encajó en el alumnado y decidimos que nuestras Venus no iban a quedarse como meros símbolos del deseo masculino, sino que iban a desempeñar el papel que ellas quisieran. Estas Venus han decidido ser artistas, tatuadoras, instaladoras de telecomunicaciones, bomberas, mecánicas, futbolistas. Algunas están inacabadas, pero se acabarán. Y otras aparecerán. Nuestra idea sigue viva y con ganas de expandirse. El alumnado de 4º se ha sumado a nuestra iniciativa.  Que cualquiera tenga la posibilidad de ser lo que desee ha de depender de cada persona en concreto, no de aquellos papeles que una determinada sociedad tenga asignados para cada uno.

Deseo agradecer a mi alumnado el trabajo realizado, la tarea no siempre ha sido sencilla. Y tampoco todo el mundo se ha esforzado por igual. Pero, a aquellos que con su trabajo y su mente, intentan hacer que el mundo, la sociedad sea un lugar más amable, con más opciones positivas hemos de mostrarles nuestro reconocimiento. La V es una letra magnífica. Encabeza las palabras  "Venus", "Verdad" "Valentía",  "Victoria" y "Vinalopó".

Jaume Pina Pla