[Aquesta Costera feia olor de peix i saladura i per davant de les portes penjaven cortines de sàssia negra; açò volia dir que érem al barri dels mariners. […]
Altea es un pueblo marinero y, como todos los lugares, la saladura ha constituido durante siglos el método de conservación del pescado. Los textos de Sánchez-Cutillas también lo reflejan cuando hablan de la vida de los marineros y los enseres que usan. Mezclarán sal con hierbas al estilo de las antiguas costumbres marineras.