Los grupos interactivos son una estrategia de organización del aula que busca la inclusión y la mejora del aprendizaje a través de la interacción entre alumnos de diferentes niveles y características, con la ayuda de un adulto externo al aula que facilita la comunicación y el trabajo en equipo.
¿En qué consisten?
Los alumnos se agrupan en equipos heterogéneos (3-4 alumnos) con diferentes niveles de conocimiento, género, cultura, etc.
Cada grupo trabaja en una actividad corta, generalmente de repaso o refuerzo de contenidos previamente trabajados en clase.
Un adulto (familiar, otro profesor) acompaña a cada grupo, no para enseñar, sino para facilitar la interacción, promover el diálogo y asegurar que todos participen.
Los alumnos rotan entre diferentes estaciones o actividades, lo que permite que interactúen con diferentes compañeros y contenidos.
Beneficios de los grupos interactivos:
Mejora del aprendizaje:
La interacción entre alumnos y la ayuda de un adulto externo favorece la comprensión y el aprendizaje, especialmente para aquellos que tienen dificultades.
Inclusión:
Se promueve la participación de todos los alumnos, sin excluir a aquellos con diferentes niveles de aprendizaje o necesidades educativas.
Desarrollo de habilidades sociales:
Se fomentan valores como la colaboración, la solidaridad, el respeto y la tolerancia a la diversidad.
Mejora el clima en el aula:
Al reducir la competitividad y promover la ayuda mutua, se crea un ambiente más positivo y acogedor para todos.
Mayor motivación:
La variedad de actividades y la interacción con los compañeros pueden aumentar la motivación de los alumnos.
En resumen, los grupos interactivos son una herramienta poderosa para crear aulas más inclusivas, donde todos los alumnos puedan aprender y desarrollarse en un ambiente de colaboración y respeto mutuo.
