Tenemos un alma sola
TENEMOS un alma sola dulcemente acompañada por la bondad y la belleza, por la ternura y la gracia; el mismo aliento divino sopló en nuestras dos almas y desde entonces fundidas, y dulcemente estrechadas tenemos un alma sola dulcemente acompañada. Libro: Otoño adolescente Antología Rezuma Azud en pdf