Sí, ya lo podemos decir bien alto, el curso 2019-2020 ha llegado a su fin. A falta de los últimos coletazos, el curso más accidentado de la Historia ha terminado y para rematarlo solamente queda el mes de julio, el mes de la PAU, de la convocatoria extraordinaria, de las preinscripciones a PAU, ciclos,… Bueno, no diré muy alto lo que queda ya que todavía puede aparecer una tercera catástrofe en nuestras vidas. Con motivo de tal acontecimiento he decidido aprovechar nuestra revista digital para dejar unas palabras dedicadas a mis tutorandos, los grandes protagonistas de este curso académico.
Como son muy generosos sé que me van a permitir que utilice un párrafo de mi discurso para dar 3 sentidos agradecimientos. El primero de todos para nuestro equipo directivo, un orgullo de equipo directivo, diría yo, que ha demostrado mucho talante y saber hacer durante este curso tan accidentado. El segundo agradecimiento es para todo el claustro de profesores y profesoras de 2º de bachillerato: es un placer trabajar con vosotros/as, hace unos años como alumno y ahora como compañero. Estar con vosotros es como estar en casa. Y por último, el tercer agradecimiento va para mi gran cotutora, Antonia Molina, que ha sido un apoyo imprescindible durante el curso y a la que solamente puedo dedicar palabras bonitas: eres un peso pesado del Azud y una persona maravillosa, ojalá podamos seguir compartiendo ratos en los pasillos durante mucho tiempo.
Y ahora sí, ahora quiero hablar sobre mis tutorandos, sobre mi gente. Os voy a resumir el curso académico 2019-2020, como cinéfilo empedernido, utilizando géneros cinematográficos. Este año ha sido como una película de Tarantino, ha sido una mezcla de géneros y de plot twists que han derivado en la situación en la que estamos en estos momentos. Hemos tenido cine de catástrofes al estilo Poseidón, con la DANA que sufrimos en septiembre; también ha habido tiempo para el cine de zombies (o nuestro homenaje particular a The Walking Dead), con una pandemia mundial que nos ha hecho recluirnos en nuestras casas durante más de 2 meses; el cine de aventuras también ha estado presente al estilo Jumanji cada vez que habéis tenido que recorrer todo el instituto para llegar a tiempo de una clase de Química en el laboratorio a una de Historia en el aula de teoría; no ha faltado la comedia a lo Woody Allen cuando os teníais que reír de los chistes de mis exámenes para que no me diera cuenta de lo malos que eran y hubiesen represalias; y drama, ha habido mucho drama, pero drama nivel Pasión de Gavilanes o cualquier telenovela en la que lloren mucho y sientan mucho, sobre todo cuando alguno miraba la nota de su examen esperando un 8 habiendo estudiado solamente el día previo a la prueba.
No puedo pasar sin comentar la odisea de las tutorías. Ay, qué estratégicamente situadas están los lunes de 14:10h a 15:05h y qué bien han sido utilizadas para recuperar horas de Física. Porque, hemos de reconocer, que este año han habido estudiantes de primera y estudiantes de segunda, es decir, aquellos que no tenían Física y terminaban los lunes a las 13:50h y aquellos que habían escogido Física y los lunes acababan a las 15:05h, respectivamente. Así pues, dos bandos marcados fueron forjados a fuego en clase: aquellos que pensaban que su tutor era maravilloso y aquellos que estuvieron hasta marzo preguntando en secretaría si se podían cambiar de Física a Geología. Spoiler: aguantaron como campeones hasta el confinamiento.
Sin más dilación, os dejo unas palabras para cada uno de vosotros con la colaboración de Virginia y Antonia para aquellos a los que no he tenido el placer de dar clase.
Alfredo:
– Houcine, siempre en última fila, siempre cogiendo apuntes y siempre intentando aprender. Nunca pierdas esas ganas por aprender en tu nueva etapa y conseguirás aquello que te propongas.
– Gisela, menudo curso el tuyo. Me quedo con tu esfuerzo, con tu predisposición y con tu personalidad. Creo que de este curso sales fortalecida y con una buena base, mucho ánimo.
– Lorena B., mis palabras para ti son las mismas que para Gisela. Creo que este curso te ha hecho darte cuenta de muchas cosas y sales muy fortalecida de él. Sigue con el esfuerzo, eres una campeona.
– Miranda, reina de las fiestas populares y santa adjudicada por aguantar a Joaquín y a Carmen a la vez. Eres una chica estupenda, válida y comprometida. Nunca dudes de ti, este curso te ha servido para descubrirte capaz de todo.
– Abraham, la alegría de la clase, mi suministrador de rotuladores para la pizarra. Otra persona válida e inteligente que, centrada, solo puede dar alegrías. Mucho ánimo para tu nueva etapa.
– Carmen, una de mis pocas estudiantes a la que da gusto mirarle la libreta, todo en limpio y con buena letra. Aunque a veces les faltara un signo a las fórmulas de óptica, yo siempre he creído en ti y sabes que tengo “buen ojo” (mis alumnos lo pillarán).
– Karima, tú también has superado muchos retos este curso. Siempre en primera fila, siempre copiando la teoría del día anterior y siempre con dudas que preguntar. Fuera nervios: tú eres buena y vas a seguir siéndolo, el futuro solamente te depara cosas bonitas.
– Jesús F., el chico que no se rinde. Nos has demostrado que eres capaz de luchar por aquello que quieres y eso, aunque parezca baladí, no lo puede decir todo el mundo.
– Joaquín, mi mano derecha y experto en hacer redacciones de inglés mandadas por Maribel en la hora de Física. Aunque te haya hecho rabiar en alguna ocasión, has sido un alumno muy cumplido y, todavía mejor, una gran persona.
– Darío, otro que me ha llevado de cabeza este curso. Estoy muy orgulloso de lo que has conseguido. Tienes muchas y muy buenas cualidades que debes seguir trabajando, así como mantener tu forma de ser, porque ser como eres te hace ser especial.
– Juanpa, mi hijo de otra dimensión, campeón olímpico de este 2020. Qué gusto da encontrarse alumnos como tú que nos hacen la vida docente tan fácil. Todo te va a ir fenomenal en la vida, lo sé porque no solo eres un gran estudiante, eres todavía mejor persona.
– Víctor, el chico con la sonrisa que alegra los días de clase. La Física y las Matemáticas se te han atragantado pero has logrado mucho más de lo que te piensas. Sigue con tu alegría porque la contagias a los que están a tu alrededor.
– Paula, ¿qué vamos a hacer ahora sin poder comentar Gran Hermano los viernes a las 8 de la mañana? Qué bonito es poder comunicarte con otra persona con la mirada, sin mediar palabra. Eso he sentido contigo este curso. Me quedo con eso.
– Layla, empezamos el curso llorando y lo acabamos celebrando. Gracias por no rendirte y seguir al pie del cañón. Eres una mujer fuerte y lograrás lo que te propongas, gracias por hacer mi trabajo más fácil.
– Salah, este ha sido tu año. Enhorabuena por terminar una etapa y empezar otra nueva. Todo pasa por algo y pasa en un momento determinado por algo también. Ahora es tu momento.
– Cristina, no he tenido el placer de darte clase pero todos mis compañeros me hablan maravillas de ti. Tus ganas por mejorar y superarte han culminado con unas notas excelentes. Enhorabuena y a seguir acumulando triunfos.
– Carolina, la “más mejor” delegada, la que siempre me ponía cara de sorpresa cuando aprobaba un examen de Física. Eres una de las chicas más maduras de la clase, tienes talante y templanza para gestionar situaciones difíciles. Eres oro envuelto en simpatía y en esfuerzo.
– Lorena L., mi vecina quejica, “siempre negativa nunca positiva”. Hemos padecido este curso, nadie está preparado para esto, pero mira dónde estás. Todo conseguido con esfuerzo, dedicación y trabajo. Nunca pierdas esas ganas de superarte, cuando caigas piensa que eres experta en levantarte. Confía en ti igual que confiamos los que te apreciamos.
– Elvira, mi compañera de mesa (todo el curso pegados mesa con mesa) y la encargada de custodiar mis posesiones. Gracias por ser tan educada y tan respetuosa siempre, son cosas que no solemos valorar porque las damos por supuestas pero se dan menos de lo que deberían. Ha sido un buen año.
– Anastasija, otra de mis campeonas olímpicas, una trabajadora apabullante. También tengo que agradecerte el hacerme el trabajo tan fácil, ha sido un placer ser tu profesor este curso y haber compartido contigo la experiencia de las Olimpíadas. Eres una máquina que conseguirá lo que se proponga, estoy segurísimo.
– Moisés, mi mejor amigo de otra dimensión, mi animador de los recreos. Tienes personalidad, tienes talento y tienes potencial: ¡aprovéchalo al máximo! Gracias por aportar sensatez y saber estar siempre, ha sido un lujo compartir este curso contigo.
– Laura, la chica de la mesa al lado de la ventana, mi enemiga número uno: si hacía calor, cerrabas la ventana; y si hacía frío, la tenías abierta de par en par. Iba a decir algo positivo de ti pero creo que lo mejor que puedo decirte es que no he encontrado nada negativo.
– Pablo, “el chico con la mejor letra de la clase”, especialista en jeroglíficos del antiguo Egipto. Si he conseguido corregir tus exámenes bien, este curso habrá merecido la pena. Poco tengo que decirte que no sepas: buena gente y buen estudiante. No puedo pedir más.
– Eva, la chica que siempre me hacía repetir las frases que dictaba en clase, no pienses que se me ha olvidado. Has estado siempre disponible, con buena cara y esforzándote. Eres una mujer top, ya lo sabes.
– Felipe, mi catraleño favorito, poseedor de uno de los mejores modelos de coche del mercado. ¿Cuántas veces habremos hablado sobre comprarnos un coche? ¿Cuánto tiempo seguiremos con el que tenemos cada uno? Creo que la respuesta de ambas preguntas es la misma: mucho tiempo. Eres un crack.
Virginia:
– Jesús G.: aficionado al deporte y a la geología, este año esta combinación te jugó una mala pasada, al lesionarse justo el día antes de ir a las Olimpiadas. Destaco tu optimismo y valentía a la hora de afrontar los retos de los exámenes: siempre has tenido una actitud muy positiva y la seguridad en ti mismo necesaria para superarlos con éxito.
– Almudena: eres un ejemplo de tenacidad, trabajo y superación, y la demostración de que el esfuerzo tiene su recompensa. Te gusta hacer las cosas bien y no te rindes a la pereza en ningún momento, y siempre con esa sonrisa contagiosa signo de tu afán por crear un entorno agradable a tu paso.
– Malak: has conseguido mejorar tu expediente quitándote horas de sueño, a base de estudio constante y de tu aspiración por superarte. Eres trabajadora, has demostrando una entereza admirable ante las adversidades, y muy curiosa, siempre consultando en tu móvil cualquier duda, cuya solución les has transmitido a tus compañeros con tu entrañable sonrisa.
Antonia:
– Irene y Andrea, así, en pack, más conocidas como “las nenas”, qué caña me han dado, qué obsesión con acabar la traducción para el día siguiente en clase (con el timbre ya tocado y los niños de Cultura Clásica mirándolas torvamente en plan “estáis tardando en levantaros de mi sitio”) y llegar tarde a la clase siguiente: unas frikis del Latín que en este confinamiento casi acaban con César.
– Mi Jair, experto en asuntos vikingos (y en muchos otros), cuántos años juntos, ya de una visual sabía si yo tenía el día bueno o torcido (y viceversa).
– Lacónica Mirian (casi espartana), tan prudente y callada, mirándonos hablar y reír y decir tonterías como pensando: “Están locos estos Romanos”.
– Vicente, “mi preferido” (utilizo las comillas porque el alias se lo puso Jair pero he de decir que Jair me conoce mejor que nadie, así que…). ¡Qué letra, madre mía, qué de tachones, pobres árboles del bosque, debe de durarle dos días el paquete de quinientos folios! Y una vez que usó tippex fue con ganas y alevosía, guardo esa foto para el recuerdo.
– Pablo el memorioso, cuánto te voy a echar de menos, por tu sentido del humor, por tu sabiduría y por un motivo egoísta: nunca volveré a tener un encargado de las búsquedas en el diccionario del que me pueda fiar tanto como de ti.
– Sara de los espíritus, tan sonriente y amigable y con una cualidad que hará que llegues lo lejos que quieras en la vida: un tesón enorme, gigantesco y una disposición a mejorar y a no desanimarse que admiro mucho (uno admira lo que sabe que le falta).
A todos, capitanes intrépidos, os deseo el mejor futuro.
Aunque sea profesor de la rama de ciencias, para finalizar, querría hacerle un gesto a mis tutorandos de Humanidades compartiendo con todos vosotros un precioso poema de Konstantino Kavafis llamado Ítaca. En él, Kavafis habla de disfrutar de cada etapa de este camino que es la vida y de que lo más importante no es llegar sino enriquecerse de todo lo que nos aporta dicho camino. Espero que os guste, ha sido un curso inolvidable. Ya sabéis que me tenéis siempre que me necesitéis.
Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Ítacas.