El marketing se asocia con diferentes elementos que le ayudan a hacer que su mensaje comercial sea más impactante y genere un mayor recuerdo en la audiencia a la que se dirige. Imágenes, colores, sonidos… y, cómo no, música que consiga un mayor engagement con el consumidor.
La música cumple con diferentes funciones dentro del espacio publicitario. Por un lado, sirve para reforzar el contenido del mensaje. Sin duda, es una forma de llamar la atención del mismo. Los estímulos comerciales van creciendo y la oferta publicitaria se diversifica, por lo que se hace necesario poder contar con herramientas creativas que favorezcan esa conexión e interés.
Para los publicistas, el uso de la música favorece su trabajo. Es una forma de poder estructurar mejor el mensaje y la información que se quiere destacar respecto al producto o el servicio en cuestión. Un jingle, por ejemplo, permite señalar ciertos puntos y resaltarlos por encima de otros, identificando de forma muy clara el concepto más importante.
Del mismo modo, el uso de un determinado estilo musical favorece que se pueda conectar con cierto tipo de público, es decir, llegar a una audiencia específica y al tipo de consumidor al que se quiere conquistar.
Los primeros tiempos
Para hablar de la historia de la música en publicidad nos tenemos que remontar a la radio. En 1922, se comenzó a emitir información comercial en este medio. Pero no sería hasta 1926 cuando se empezó a usar de forma efectiva la música a la hora de emitir un anuncio. El primer jingle como tal corresponde a la marca estadounidense de cereales Wheaties. Querían impulsar una campaña para dar popularidad a sus cereales. Los interpretes del tema fueron cuarteto vocal que cantó la melodía cada semanas durante tres años. También resulta interesante destacar que las primeras de las emisiones se produjo en navidad. https://youtu.be/2FjA_-bBUPI
Otra fecha a destacar es 1934, cuando entra en juego la empresa Muzak. Esta compañía fue pionera en la creación de música comercial. Es decir, en desarrollar partituras de música que se usaban como “fondo” para tiendas físicas. (De hecho, en Estados Unidos, se suele emplear la palabra “Muzak” como sinónimo de música de ambiente). Pero a partir de ese año, comenzó a desarrollar su trabajo para las marcas que se querían promocionar en el medio radiofónico.
La llegada de la televisión
Con la televisión, llegaron nuevos hitos para la historia de la publicidad. El primer spot que se emitió por la pequeña pantalla fue en Estados Unidos el 1 de julio de 1941. Se trataba de un mensaje promocional de apenas 10 segundos de duración, por parte de la casa de relojes Bulova. En este caso, no había música que acompañara a la voz.
En 1944, se pudo ver el anuncio con el que muchos consideran primer jingle para un spot audiovisual. La pieza es un corto animado llamado ‘Chiquita Banana’, una producción de Disney para la United Fruit Company que solo pudo verse en cines. Sobre la canción, decir que la voz femenina es la de la cantante Monica Lewis. Aquí, la melodía se convierte en hilo conductor de la historia. Su papel como elemento transmisor es fundamental. Por ello, el objetivo es que la música sea pegadiza y fácilmente recordada para los espectadores.
En Inglaterra, tenemos otro ejemplo muy primitivo de la importancia de la música para la publicidad. El primer anuncio que se pudo ver por televisión corresponde a Gibbs SR Toothpaste en 1955. Aquí, no disponemos de jingle que mencione la marca ni el producto, pero sí hay una melodía de fondo que acompaña a todo el spot. Su uso nos habla de cómo la música, aunque no sea un componente principal, se convierte en un elemento de apoyo que consigue hacer más fluido el mensaje y que llegue de una manera más atractiva al consumidor. https://youtu.be/ucrqRsrNKW8
Podríamos concluir que la música en la publicidad es una garantía de éxito porque despierta conexiones emocionales muy íntimas en los oyentes. Y es que está demostrado que el uso de música en un anuncio supone un 90% de reconocimiento de la marca, un 30% más que solamente con elementos verbales. Las marcas hacen uso de melodías o elementos musicales para asociar sus productos o marca a determinadas sensaciones. La música influye en las emociones y esta es una de las razones por las que la mayoría de los anuncios la utilizan ya sea como hilo conductor o como elemento recordatorio. En general, hay dos grandes tipos de música publicitaria: la preexistente y la original. La música preexistente son canciones originales, adaptaciones, covers y música de librería, es decir, son canciones que ya están creadas con anterioridad. La música original es la que está creada especialmente para una campaña en concreto.
A continuación pondré el link de un vídeo con más ejemplos: https://youtu.be/NoqxWiOhxzQ