¿UN POCO DE MUSICOTERAPIA?
Después de revisar 9 estudios sobre el tema, investigadores llegaron a la conclusión de que escuchar canciones y llevar un tratamiento habitual mejoraría los síntomas de la depresión y reduciría la ansiedad.
Desde hace once años, los científicos no se habían sentado a revisar de manera sistemática qué tanto aportaba la musicoterapia en casos de depresión. El impulso lo tuvo un equipo de investigadores europeos al tomar nueve informes hechos en el mundo. Una suma de 421 personas participó en ellos, desde adolescentes hasta personas mayores, respondiendo si preferían llevar un tratamiento habitual contra este trastorno y a la vez tocar o cantar o simplemente escuchar canciones que los hicieran sentirse mejor.
Leyeron los estudios no por uno. Notaron que la depresión, que altera el estado de ánimo, disminuye el interés y hace perder el placer en las personas, parece ser combatida a corto plazo por la música. En específico, por las terapias de musicoterapia tan comunes para tratar enfermedades como el parkinson, el alzheimer, el autismo e incluso el sida.
El efecto está en que la música “parece reducir los síntomas depresivos y la ansiedad y ayuda a mejorar el funcionamiento (por ejemplo, mantener la participación en el trabajo, las actividades y las relaciones)”. Así lo explicaron los autores en la biblioteca Cochrane, donde fue publicada esta semana la revisión junto a sus conclusiones.
Aunque los expertos no afirmaron que era mejor la terapia con música que la psicológica, sí evidenciaron una notoria mejoría en aquellos pacientes que combinan ambos tratamientos. De ese modo, no se registraba ningún efecto adverso. Lo único que pidieron los expertos fueron más ensayos, en especial en niños y adolescentes, para reafirmar el hallazgo y más investigaciones sobre cómo funciona la musicoterapia.
¿CÓMO INFLUYE LA MÚSICA EN TU ESTADO DE ÁNIMO?
Rock, música romántica o reggaeton son sólo algunos ritmos que podemos escuchar y que influyen en cómo nos sentimos.
El Dr. Juan Pablo Cleary, neurólogo de Clínica Universidad de los Andes, explica que “desde que somos pequeños escuchamos música, por lo tanto, es un hábito que tiene la gran mayoría de las personas. Además, es muy beneficiosa ya que existen canciones que ayudan a combatir el estrés y la ansiedad, otras que favorecen la calidad del sueño y también hay algunas que incluso nos dan ánimo para la actividad física y lograr un mejor rendimiento deportivo”.
Cuando somos pequeños, escuchamos canciones infantiles que favorecen el desarrollo de distintas habilidades y aprendizajes. En la etapa escolar, la música también tiene un sentido educativo, ya que es una manera entretenida y didáctica de aprender sobre distintos temas. En la adolescencia, preferimos canciones de moda y que fomenten la felicidad y el optimismo. En la adultez, hay una mayor tendencia a ritmos que den tranquilidad.
El especialista señala que la música tiene diversos efectos. “Por ejemplo la música clásica nos relaja, y hay otros ritmos que nos producen sentimientos de euforia e incluso de estrés. Lo importante es buscar la que más nos guste y que nos haga sentir bien”.
¿QUÉ CANCIONES LEVANTAN EL ÁNIMO?
DON´T STOP ME NOW
HAPPY
SALTA
SONRISA.
AQUÍ ENCONTRAMOS UN VÍDEO DONDE LA MÚSICA ES RELAJANTE PARA LAS PERSONAS
https://youtu.be/3vdlUV-iDCM
¿Cuál es el género musical más deprimente según la ciencia?
El 4 de mayo del año 2000, una noticia estremecería los corazones de los asistentes de la Universidad de Colombine: uno de sus estudiantes se había suicidado. Había pasado un año y un mes desde la masacre en esa misma institución y un nuevo suceso los azotaba.
Después de la serie de asesinatos que cometieron dos jóvenes la mañana del 20 de abril de 1999, decenas de padres señalaron la posibilidad de que el músico Marilyn Manson hubiese influenciado en los criminales por medio de sus canciones y aunque esa idea fue considerada absurda por la escena musical, un año después sucedió algo similar.
El estudiante que el año siguiente se quitó la vida puso la canción “Adam’s Song” de Blink-182 en modo de repetición en su radio mientras se colgaba del techo de la cochera de su casa. La banda de pop-punk fue acusada de influenciar la psicología del joven y desató una controversia en la que se debatía si la música puede motivar suicidios o asesinatos. Según un estudio, puede ser cierto, al menos para ciertos géneros.
Podría ser un ritmo rápido y animado, acompañado por sonidos brillantes y dulces (relacionados con nuestro vínculo con la naturaleza), la letra quizás es positiva y nos motiva a sonreír mientras la repetimos. La canción genera actividad en nuestro cerebro, le hace creer que a su alrededor sucede una acción auténtica o que se encuentra en un espacio agradable, pero no es completamente cierto. Usamos la música como una droga falsa, un distractor que mantenga nuestra mente ocupada sin mucho esfuerzo. Indirectamente actúa dentro de nosotros. Los géneros relacionados a esto serían el pop, rock en general, electrónica upbeat, happy punk y otros similares.No es necesario detallar el efecto de cada sonido en nuestra mente cuando es obvio que tiene un impacto fuerte. Hace que las personas elijan grupos sociales de acuerdo con sus gustos musicales e influye en su comportamiento. El problema es que en unos casos toma un control más grande de lo normal y puede causar un cambio grave en la psicología que motive al asesinato o al suicidio. Es el caso de la música country, según el estudio Stack y Gundlack. Con sonidos graves, tranquilos e historias trágicas, mantiene a los escuchas en un estado permanente de tristeza que los puede llevar a la muerte.
La investigación establece que los temas de los que hablan las canciones country se vinculan a los problemas comunes de las personas que se quitan la vida: disgustos en el matrimonio, alcoholismo y un desagrado constante por el trabajo. Las podemos encontrar en las canciones de Hank Williams, Johnny Cash, Willie Nelson y gran parte de los artistas de ese tipo incluyendo los que mezclan el género con el indie como Nikki Lane, Angel Olsen y Julia Jacklin. El análisis de los expertos dice que entre más contundente sea el gusto por esa música, es más probable que un individuo se quite la vida.
Stack y Gundlack también afirman que esa posibilidad es independiente del nivel socioeconómico, estado civil o el acceso a armas de fuego que tenga una persona. Asimismo, señala que otro elemento importante que influye en sus conclusiones es el hecho de que exista una subcultura. Es decir, mientras haya una comunidad donde la gente se motive a mantenerse deprimidos por medio de la música country, el alcohol y la tristeza constante por los problemas, mayor será el riesgo de crear una condición psicológica que derive en un desequilibrio emocional.
Lo que sucedió con el joven de la Universidad de Columbine puede tener relación, pero Blink 182 no es un género que apunte a la depresión. En ese caso influyeron distintos factores, entre los que se encontraba el estrés de haber presenciado la masacre de sus compañeros (y uno de sus amigos). La canción “Adam’s Song” sólo apresuró un paso más la depresión indirectamente, pero el chico ya había tomado su decisión. “Estoy demasiado deprimido para seguir, lo lamentarán cuando me vaya”, es una de las frases que sonaban de su radio mientras colgaba del techo.
La música tiene un efecto en nosotros, pero se requiere de otros factores para motivar un suicidio o un asesinato. Marilyn Manson no motivó directamente a los jóvenes de Columbine que dispararon contra sus compañeros y Blink 182 tampoco lo hizo con el chico que se quitó la vida un año después. En cuanto al efecto de la música country, aunque todavía se debate sobre la validez del estudio de Stack y Gundlack, es innegable que la subcultura de ese género provoca que los fanáticos desarrollen depresión mientras disfrutan música que consideran hermosa, pero que lentamente podría acercarlos a su muerte.
ALGUNAS CANCIONES DE MARYILYN MANSON:
- SWEET DREAMS
- THE BEAUTIFUL PEOPLE
- TAINTED LOVE
- TOURNIQUET