El pasado lunes 23 de abril, Día del Libro, los grupos de 1° de bachiller fuimos a la Biblioteca Municipal de Almoradí. Una vez allí, las componentes de un grupo de teatro de Dolores nos hicieron una representación teatral basada en El Principito, aprovechando la celebración del 75 aniversario de su publicación.
La representación trató sobre tres amigas que discuten a menudo sobre los diferentes gustos de cada una. La obra empieza con una de ellas, Silvia, a la que le encanta El Principito e intenta que una de sus amigas, María, averigüe cuál es una de las escenas del libro, la de la serpiente tras comerse un elefante. Para ello se mete bajo una sábana y se pone a cuatro patas. Silvia le pregunta a María qué puede ser lo que está representando dándole como pista que es una escena de El Principito, pero como María no lo ha leído, no sabe de lo que se trata. Mientras discuten, entra Irene, que también ha leído El Principito. Entonces Silvia le pregunta a Irene qué puede ser lo que está imitando relacionado con el libro, y esta acierta diciendo que es la serpiente que se ha comido a un elefante. Después, ambas convencen a María para que se lleve la obra y la lea.
Unos días más tarde, María va a visitar a Silvia y esta le enseña un cuadro nuevo que se ha comprado. El cuadro es… ¿blanco? Sí, blanco, con líneas blancas y más líneas blancas, y… blanco. María “no sabe apreciar” la belleza y el arte de este cuadro, y cuando se entera de que su amiga se ha gastado 30.000 € en el cuadro blanco, discuten y María se va. Lo primero que hace es ir a visitar a su amiga Irene, la cual está a pocos días de su boda y solo habla de eso. María intenta contarle lo del cuadro de Silvia, pero Irene sigue con los detalles de su futura boda. Irene al principio también se enfada pero, como es más pacífica, termina apoyando a Silvia porque piensa que cada uno debe hacer con su dinero lo que quiera. Después, Irene le pregunta a María sobre El Principito, María ya lo había leído pero le dice que no se lo cuente a Silvia para que no se salga con la suya.
Tras pasar todo esto, vuelven a coincidir las tres y Silvia le enseña el cuadro a Irene y hablan de lo que pasó con el cuadro. María vuelve a intentar convencer a Silvia de que es un lienzo en blanco sin nada, blanco y caro. Pero pasan de discutir, y María confiesa que se ha leído El Principito dibujando en el cuadro blanco (con líneas y matices blancos) la serpiente que se ha comido a un elefante. Esto provocó que se perdonasen y volviesen a estar felices.
Muchas gracias a María, Silvia e Irene por el gran trabajo que hicieron y por transmitirnos que El Principito es una obra que nunca pasa de moda y es apta para todos. Además de que siempre es aconsejable su relectura, pues inevitablemente se extraerán nuevas enseñanzas e impresiones.