El pasado viernes 26 de mayo nos visitó el conocido actor, Pedro Casablanc. Ofreció una charla para los alumnos del centro sobre “El lenguaje verbal y no verbal: la comunicación de un actor”. La expectación generada por esta visita fue enorme. Los alumnos pudieron formularle preguntas y hacerse fotos con él.
La trayectoria profesional de Pedro Casablanc es impresionante, con una inmensa lista de papeles en películas, series y obras de teatro, tanto nacionales como internacionales. Empezó contando que, desde muy pequeño, ya tenía la vocación de ser actor. Recuerda que, cuando era niño y vivía en Casablanca, en vez de ir a jugar al fútbol, se iba con las chicas a contarles chistes y hacerles reír. Luego, mientras estudiaba en Sevilla, empezó a hacer teatro y no lo ha dejado hasta ahora.
Señaló su predilección por el teatro, a pesar de que la televisión y el cine están mucho mejor valorados y otorgan más fama a los actores. Preguntó a los alumnos allí presentes, en primer lugar, cuántos habían ido alguna vez al teatro, después matizó la pregunta: cuántos habían ido sin ser obligados. Explicó que el teatro actualmente está infravalorado y recalcó la importancia de este espectáculo a lo largo de la historia, desde la Grecia antigua. Señaló que tenía un poder catártico en la Antigüedad, pero que, lamentablemente, ahora el teatro ya no ejercía ese poder y esa fascinación.
Habló de que el teatro es más real: el actor se enfrenta, sin pantallas, al espectador y ahí todo lo que haga el actor cobra más importancia. Resaltó el papel del lenguaje no verbal en la preparación de un personaje; a menudo más importante que estudiar bien el papel, es decir, el contenido verbal. Explicó que, para preparar el personaje de Bárcenas para la película B, veía muchas veces sus interrogatorios, fijándose sobre todo en su forma de hablar, en su postura, en esa actitud de chulo que le caracteriza y, a partir de ahí consiguió crear al personaje.
Finalmente, como respuesta a una pregunta sobre cómo se prepara bien un personaje, leyó un texto de la escritora argentina Leila Guerriero, en el que aconseja a futuros escritores y periodistas. Estos consejos él los considera también útiles para un actor:
“Pasen por las historias sin hacerles daño (sin hacerse daño). Sean suaves como un ala, igual de peligrosos. Y respeten: recuerden que trabajan con vidas humanas. Respeten.
Sean invisibles: escuchen lo que la gente tiene para decir. Y no interrumpan. Frente a una taza de té o un vaso de agua, sientan la incomodidad atragantada del silencio. Y respeten.
Sean curiosos: miren donde nadie mira, hurguen donde nadie ve.
Sepan cómo limpiar su propia mugre, hacer un hoyo en la tierra, trabajar con las manos, construir alguna cosa. Sean simples pero no se pretendan inocentes. Conserven un lugar al que puedan llamar casa”.
Sin duda, fue una experiencia increíble para los alumnos del centro y una forma de conocer de primera mano los entresijos, las bondades y las dificultades de una profesión tan apasionante como es la del actor.
Muchas gracias Pedro.