A un amigo
PASASTE de un espacio a otro espacio
ocupado de lleno por misterios,
de penumbras y sombras revestido,
dejando una sucesión de pensamientos
dulcemente acompañada.
Tu mirada de cristal clara y más clara,
llena de luz y ennoblecida,
inmóvil quedó y cristalizada,
y es más luna ya, más que mirada.
Quizás fuera un quejido doloroso
lo último que emitiera tu voz apasionada
quizás fuera una sorpresa en tu cara
y una sorpresa para tu risa fuera.
Te sé muerto y te veo muriendo
besado de la tierra enamorada
vaciado de sangre y sin aliento,
te veo más suelto que una espada,
más ligero que la voz del viento,
entre un profundo todo y la nada.
Quiero recordar tu figura y tu acento,
y más te pierdo cuando más te busco,
desisto de mi empeño aunque no te olvido
que más vivo estás en mí, ahora de muerto,
que lo estuviste antes, cuando vivo.