Este es un año importante para mí, he cambiado de instituto y cuando hice la matrícula no sabía qué optativas elegir. Después de pensarlo un poco, me decidí por matricularme de una asignatura cuyo nombre es un poco complicado de decir, se llama “Iniciación a la Actividad Emprendedora y Empresarial”, pero en el instituto la llamamos ”empresariales” que es más fácil de aprender, de pronunciar y de que tus compañeros sepan de qué va esa asignatura.
Al ser mi primer año en el instituto, no conocía a nadie pero la profesora de “empresariales” nos puso en grupos de cuatro alumnos, así que he empezado a conocer a más gente. Me gusta trabajar en grupo, el trabajo es mucho más ameno y sencillo y el tiempo de clase pasa rápido.
Un día llegó la profesora y nos preguntó qué podríamos hacer este curso para organizar una empresa y aprender su proceso de creación, los tipos de empresas, los productos, la publicidad. Nos dijo que podríamos hacer alguna propuesta de venta de cara a las navidades, fechas donde la mayoría de personas suele incrementar sus gastos en juguetes, dulces, cenas y comidas en familia y con amigos. Nos propuso hacer un taller de repostería navideña, por esas fechas en televisión española estaban poniendo el concurso “Master Chef Junior”. Como era todo un reto para nosotros, nos propuso que preguntásemos si nuestros familiares sabían alguna receta de dulces típicos navideños, mis compañeros empezaron a decir que sus abuelas sabían hacer almendrados, mantecados etc. Empezamos a buscar recetas para aprender cómo hacerlos. Algunos compañeros contaron que en Navidad, cuando eran más pequeños, ayudaban a sus abuelas a hacer dulces y que lo pasaban muy bien. Finalmente escogimos dos recetas de almendrados, aunque los ingredientes eran los mismos, la forma de hacerlos y mezclarlos era diferente.
Una vez decidimos emprender el taller de repostería, para la posterior venta de nuestros almendrados, empezamos a buscar dónde comprar las materias primas necesarias y a comparar los precios. Aprendimos cómo los precios de las materias primas que íbamos a utilizar, a principios del mes de diciembre eran más caros, pero conforme se iba acercando la Navidad fueron bajando, este dato era importante pues el precio de coste de las materias primas determinaría nuestro precio de venta al público. Finalmente nos decidimos a comprar todas las materias primas necesarias ya que la Navidad estaba cerca y cuanto antes empezáramos a vender los almendrados mejor. Desde principio del mes de diciembre en las panaderías y pastelerías se empiezan a vender dulces y cuando llegan los días de Navidad la gente ya está cansada de comerlos, era entonces nuestra oportunidad para vender.
Una vez teníamos todas las materias primas fijamos un día y una hora para fabricar nuestros dulces, finalmente solo decidimos hacer almendrados, que era lo más fácil de hacer. Para hacer los almendrados utilizamos el laboratorio de biología del instituto que tiene mucho espacio y mesas grandes donde podíamos poner los recipientes para hacer las mezcla de todos los ingredientes, así como las bandejas donde depositábamos los almendrados que después cocimos en el horno del instituto, nos ayudó la profesora de matemáticas Adela, que nos explicaba muchas cosas. La experiencia fue muy divertida para mí ya que sin darnos cuenta aprendimos cómo hacer almendrados.
Para vender los almendrados hicimos, en clase, bolsas de papel , que contaminan menos que las bolsas de plástico. Y llegó el momento de venderlos, llegó nuestro momento. Como somos dos grupos, en esta asignatura, nos organizamos de manera que realizamos la venta distribuyéndonos en días alternos, desde martes hasta viernes. Gracias a esta actividad he entendido que significa fabricar un producto y las técnicas de ventas, porque no solo vale tener un buen producto, también hay que saber venderlo. Fue un éxito total, no esperábamos que nuestros compañeros compraran tantos almendrados, nosotros pensábamos que solo iban a comprar los profesores. El primer día vendimos pocos almendrados pero se corrió la voz de que estaban buenísimos así que el resto de días no paramos de vender. Vendimos todos los almendrados y me atrevo a decir que incluso nos faltaron, el último día cuando ya no nos quedaban todavía venían a comprar. Los beneficios los donaremos a una asociación sin ánimo de lucro, que después de, nuestras merecidas vacaciones navideñas, decidiremos en clase entre todos.
Os dejo la receta de los almendrados por si os atrevéis a hacerlos, espero que os salgan tan buenos como a nosotros y que, al igual que yo, disfrutéis, haciéndolos en compañía, como yo lo he disfrutado.
RECETA PARA HACER LOS ALMENDRADOS
- 1kg de almendra
- 1/2 kg de azúcar
- 1/2 kg de cabello de ángel, para el relleno.
- 7 yemas
- 2 huevos enteros
- Canela y ralladura de limón.
- Obleas
Forma de preparación:
- Se mezcla la almendra con el azúcar.
- A continuación se le añade la ralladura de limón y un poco de canela.
- Se añaden los huevos y se mezcla todo.
- El cabello de ángel se pude mezclar con la masa o hacer bolitas y rellenar la masa con éste.
- Se pueden rebozar los almendrados con azúcar y canela.
- Finalmente los montoncitos se ponen encima de obleas en la bandeja del horno con papel.