.
A TU AUSENCIA eternal se va mi grito,
mi querido Miguel, amigo mío,
hermano de mi voz, y ésta te envío
porque ya con fervor lo necesito.
.
Desde este mundo triste donde habito
-donde habita conmigo el gris más frío-
cuatro letras de sangre -lo más mío-
a tu clamor valiente te remito.
.
Cantar para contar cuanto nos pasa
es nuestra servidumbre, nuestra gloria,
nuestro temblor de surco o de barbecho.
.
La tierra está deshecha, mustia, rasa;
todo es residuo y sal, todo es escoria
de plomo que aprisiona nuestro pecho.