En el aula hemos vivido el invierno con los cinco sentidos, descubriendo los colores, las temperaturas y las sensaciones a través de experiencias manipulativas y lúdicas. Hemos creado nieve artificial, disfrutando de su textura y gelor con las manos, y hemos experimentado con hielo y agua, observando como se transforman con la temperatura. Los colores fríos nos han inspirado en nuestras creaciones artísticas, mezclando tonalidades y jugando con la luz y con materiales diversos.
También hemos ampliado nuestro vocabulario con palabras propias del invierno, dando nombre a todo aquello que hemos vivido e iniciándonos en la conciencia fonológica, lo nos hemos adentrado en aspectos relacionados con la logicomàtica como las series, la geometría y la orientación espacial. Además, los días de lluvia han sido una oportunidad para salir a saltar los charcos, escuchar la melodía del agua y jugar con colores, descubriendo así las propiedades de este elemento esencial y la gran oportunidad de aprendizajes que ofrece.
Cómo decía Maria Montessori: “Las manos son el instrumento de la inteligencia”. Y así ha estado: tocando, experimentando y creando, hemos aprendido de manera significativa y emocionante.