La educación musical comparte las dificultades del mundo educativo a comienzos del siglo XXI. Por un lado, exige una apertura a las músicas otras culturas de forma que se fomenten el respeto y una verdadera educación para la convivencia y la paz, además de enriquecer considerablemente la enseñanza musical y resolver situaciones de convivencia por lo que es necesario encontrar medidas innovadoras que desarrollen la cooperación y la convivencia pacífica por medio de la percepción y la práctica musical.
El material que utilizaremos (instrumentos modernos, tradicionales, caseros, nuestro cuerpo y entorno) pretende dar una respuesta a los nuevos retos de la educación musical, una educación para el consumo responsable y propio de las tecnologías de la información y la comunicación, integración de la música y danza actual y tratamiento enfocado a la educación inclusiva.
