First Dates literario o cómo tener una cita a ciegas con un libro
Este año 2021, San Valentín cayó domingo, pero no por eso íbamos a desaprovechar la ocasión para llevar a cabo un proyecto que nos ha tenido a las profesoras del Departamento de Castellano emocionadas casi dos semanas. Queríamos celebrar un San Valentín diferente, y queríamos celebrarlo con nuestro alumnado: así surgió la idea de un First Dates Literario, o lo que es lo mismo, una cita a ciegas con un libro.
La idea era involucrar al alumnado en un proyecto de fomento a la lectura, que se desarrollara a nivel de centro, no solo dentro de las aulas, sino de manera pública, para hacerlos sentir protagonistas y visibles de sus logros y aprendizajes, y que animara a las y los estudiantes a participar en una actividad lúdica pero también pedagógica y formativa. Partíamos de la base de que el programa de televisión First Dates era un producto que sabíamos que un número importante de nuestro alumnado consume o, como mínimo, conoce. Pero no se trataba de celebrar el amor en pareja, sino el amor por la literatura, por el arte, por aprender, por la música. Como decía Einstein, «la fuerza más poderosa del universo es el amor». Durante siglos nos han hecho creer que el único amor verdadero es el romántico y que el resto de amores no son igual de importantes. Como si una canción, un libro o un simple amanecer no fuesen capaces de erizarnos la piel y de tocar nuestra alma. Así que, con estos principios de resignificar este 14 de febrero que llega todos los años, nos dispusimos a crear las citas entre nuestros alumnos y alumnas, porque también se trataba de construir un espacio dentro del aula donde las y los estudiantes se sintieran cómodos y cómodas para hablar y compartir entre ellos gustos en común, de manera que no solo fomentábamos la lectura, sino también la interrelación entre miembros del mismo grupo y el autoconocimiento mutuo.
¿Cómo lo hemos llevado al aula?
1. En primer lugar, les comentamos la iniciativa que habíamos ideado previamente, influidas por las redes sociales y por el programa televisivo: una cita a ciegas con un libro. Para ello, los alumnos y alumnas, que podían participar de manera voluntaria, debían traer un libro que les gustase mucho envuelto para que nadie lo descubriese.
2. En segundo lugar, diseñamos una encuesta informal y divertida para extraer de las respuestas algunos rasgos en común con los que emparejar al alumnado.
3. Una vez trajeron los libros, los envolvieron en papel kraft y crearon sus «perfiles». En la parte superior escribieron un título alternativo a través de un juego de palabras seguido de pistas (autor, trama, género y subgénero narrativo, etc.) con la intención de atraer y animar a la lectura de su libro a los posibles lectores.
4. Seguidamente, diseñaron un marcapáginas en cartulina con su cita favorita del libro escogido, que serviría de regalo durante el encuentro.
El lunes 15, por fin y tras muchas emociones, tanto por parte del alumnado de los distintos cursos que participaron, como del profesorado que organizó y decoró los distintos espacios del centro donde se iba a llevar a cabo el proyecto, revelamos las parejas y tuvieron lugar las citas a ciegas literarias, dentro de las aulas, con distancia de seguridad y mascarillas, pero con la emoción de estar jugando y disfrutando de la literatura todos juntos.
Al finalizar la cita, cada pareja ha podido hacerse una foto en el photocall que montamos en la entrada del instituto, bajo el lema: «los amantes de los libros nunca se van solos a la cama». Ha sido una experiencia genial: participaron activamente alumnos y alumnas de 1º ESO y de 1º de Bachiller. Todo el mundo, incluyendo a las profesoras implicadas, pudo disfrutar de una conversación literaria, comentando, con la ayuda de un guion preparado para tal fin, los aspectos más destacados de sus obras favoritas: las tramas, los personajes, los finales insospechados, etc., todo para concluir con la pregunta: ¿leerías el libro que te ha presentado tu pareja?
Nos congratula anunciar que fueron numerosas las parejas que, tanto en la ESO como en Bachiller, se intercambiaron entusiasmadas sus libros, una vez descubiertos sus títulos originales y los autores. Podemos calificar esta actividad de éxito, ya que llamó la atención no solo del alumnado implicado, que corrió a hacerse fotografías ante el photocall adornado con los clásicos corazones rojos, sino también a otros compañeros y compañeras de otros grupos y a gran parte del profesorado. Sin duda, un éxito que trataremos de replicar el año que viene, para poder volver a fotografiar estas escenas que vemos en las imágenes.