Igualdad

ACTIVIDADES 25 DE NOVIEMBRE

Cómo se sabe, el 25 de noviembre se celebra el Día Internacional Contra la Violencia de Género. Los Días Internacionales constituyen una oportunidad para sensibilizar la ciudadanía a propósito de un tema de especial interés, y el tema que nos ocupa es, efectivamente, de especial interés. Más de 1.000 mujeres han sido asesinadas en manos de sus parejas o exparejas desde 2003, año en que empiezan a computarse este tipo de delitos.

Estableciendo un día como este y realizando actos conmemorativos se pretende llamar la atención de los jóvenes, de los estudiantes, de la población y de la opinión pública en general para acabar de una vez con esta violencia incomprensible e injustificada que sufren las mujeres. La suma de actas realizados en todo el mundo es un llamamiento que hace la ciudadanía pidiendo en los gobiernos que tomen medidas efectivas para acabar con esta lacra,

Aquí, en el IES de Bocairent, hemos querido aportar nuestro granito de arena para hacer visible que estamos comprometidos, que no estamos indiferentes, que nos repugna que la mitad de la población del planeta, por el simple hecho de ser mujeres, pueda estar expuesta a cualquier tipo de violencia, bien sea física, psicológica o verbal. Así, a las 12 del mediodía paramos todas las clases y bajamos al patio, donde leímos un Manifiesto e invitamos en toda la comunidad educativa a completar un mural ubicado en el corredor aportante datos para denunciar la inadmisible violencia machista.

Puede parèixer que si el problema lo sufren las mujeres, tienen que ser ellas las que lo tienen que resolver, pero adoptar esa posición indica ceguera, egoísmo y, al final, complicidad con la injusticia. La violencia que sufren las mujeres nos afecta a todo el mundo, porque las mujeres son nuestras amigas, nuestras hermanas, nuestras parejas, y sobre todo nuestras madres. Una sociedad que maltrata las personas que tienen que llevar nuevas vidas humanas a la existencia es una sociedad enferma. A banda, el tema también afecta los hombres porque los interpela a replantearse su posición en la sociedad, en su propia relación interna, y, la capdavall, en su lugar en la vida.

Así, queda muy claro que no se trata de confrontar a hombres y a mujeres; cada cual y cada una de nosotros tenemos algo a decir o hacer contra el agresor. Las mujeres, obviamente, pero también los hombres, porque todos y todas somos seres humanos, y cuando un colectivo humano es víctima de algún tipo de agresión toda la humanidad está gritada a responder.

Es tarea de los centros educativos promover una cultura de la paz, así que, yendo más allá del que los gobiernos hagan o dejan de hacer, en nuestro Instituto pretendemos crear conciencia que no solo la violencia física es repugnante, sino también la que verbal, o incluso la violencia en los pensamientos. Ojalá cada cual y cada una de nosotros nos esforzamos para cultivar, desde dentro nuestro, pensamientos, palabras y acciones de paz y de concordia, nunca de violencia.