El conocimiento es integral, jamás parcial, por ello debemos ofrecer a nuestros alumnos una realidad compleja, total, integrada y cercana a su propia realidad. Partimos del entorno más cercano al alumno, Altea, un pueblo de la Marina Baixa. Nuestros alumnos aprenden y aprehenden su propia realidad, su entorno, su propio contexto y realizan un viaje hacia su madurez conociendo, manipulando y transformando ese medio y ese contexto. Jamás encontrarán un problema parcelado y aislado, compartimentado y cerrado entre los cuatro tabiques del aula.
Nuestros alumnos, en la vida, nunca encuentran una integral, un morfema flexivo, una corchea, una fecha de una famosa batalla, un genoma, un latinismo, un electrodo, “a weird word”, o la densidad, fuera de su contexto.
Ya que la realidad es compleja e integral, ofreceremos a los alumnos una experiencia interdisciplinar.