BERLIN
Evangelische Schule Berlin Zentrum, Berlin, Alemania
En mi estancia de Erasmus + en Berlín, Alemania, me recibió la escuela ESBZ (Evangelische Schule Berlin Zentrum), un instituto que sigue una pedagogía progresista o reformista:
https://es.wikipedia.org/wiki/Pedagog%C3%ADa_progresista
Elegí este centro por su manera progresista de entender el proceso de enseñanza y, sobre todo, por su manera de evaluar al alumnado sin notas, un tema que me interesa desde hace un año.
Durante la semana del 22 al 26 de mayo, entré, sobre todo, en clases de idiomas (inglés, español, francés, alemán y alemán como segunda lengua) pero también en otros cursos como el “Lernbüro”, “creative writing”, la “Mittelstufenversammlung” o la reflexión de la “Lernexpedition”. Aparte de estos formatos más creativos y progresistas, destaca que no se separa al alumnado de 1º a 3º de la ESO por niveles, es decir, los tres niveles se dan de manera integrada en una clase. Además, casi no hay clases con instrucción simultánea, es decir, o el alumnado estudia por su cuenta o se dan las clases para diferentes niveles aplicando la atención a la diversidad. En el “Lernbüro”, por ejemplo, cada alumno estudia por su cuenta los diferentes “Lernblöcke” (unidades de contendidos) y, cuando están listos, entregan su trabajo al profesor, que corrige todo y les da una retroalimentación. Entonces, el alumno se apunta para la tarea final que puede ser o bien un pequeño examen, una presentación o un producto final. Esta tarea final está evaluada sin notas, ya sea con una rúbrica o con puntos y siempre acompañada de una retroalimentación escrita y personal.
Dado mi interés, especialmente, en la manera de evaluar, tuve varias entrevistas con profesores sobre la evaluación en esta escuela. La evaluación consta de los siguientes componentes:
1) Tres veces al año (al principio, a mitad y al final) cada alumno tiene con su tutor@ los “Bilanz- und Zielgespräche”, que son conversaciones de una media hora en las que el alumno y el tutor resumen el proceso de aprendizaje del alumno y en el que fijan juntos tres objetivos para los siguientes meses. Tanto el tutor como el alumno preparan esta conversación.
2) Durante todo el año los alumnos se tienen que ganar “Lernzertifikate” (certificados de aprendizaje) que son rúbricas que se les dan después de un test, una presentación o la entrega de una tarea final.
3) Al final del año cada profesor escribe un “Lernbericht” (informe de aprendizaje) para cada alumno, en el que describe el proceso de aprendizaje y los objetivos logrados. Estos “Lernberichte” en su conjunto sustituyen a las notas clásicas.
4) Tanto el tutor como el alumno escriben una carta personalizada al otro, en la que destacan no solo lo aprendido, sino también otras observaciones más personales y con referencia a la personalidad o el ambiente del aprendizaje.
Como se puede ver, la evaluación en esta escuela es bastante compleja y prescinde totalmente de notas numéricas, un hecho que – como me lo ha asegurado el alumnado – quita mucho estrés y pone el foco no solo en rendimientos momentáneos, sino más bien en el proceso completo de aprendizaje a lo largo de un año.
Aparte de la manera de evaluar, me impresiona, sobre todo, el ambiente de aprendizaje y el trato respetuoso del profesorado con el alumnado (y viceversa). Un ambiente en el que se fomenta la “Lust am Lernen” (las ganas de aprender) y se hace hincapié en aprender a organizar el propio aprendizaje de manera autónoma. Para conseguir esto se fomenta una cultura de retroalimentación continua y de reflexión por parte del alumnado y del profesorado.
Por las tardes paseaba o iba con la bici por Berlín, una ciudad muy viva, muy alternativa, llena de historia, pero también llena de restaurantes, cafés y parques.
En resumen, fue una semana muy intensa y con muchas impresiones nuevas sobre cómo se pueden dar las clases poniendo al alumnado en el centro de su aprendizaje. Además, pude observar una evaluación diferente que quita la importancia a los exámenes y se centra en el progreso y las múltiples competencias de cada alumno. También he recopilado ideas de cómo trabajar de manera asíncrona en clase, aplicando la atención a la diversidad y admitiendo que los alumnos avanzan a ritmos diferentes.
Julia Hamann
Profesora y jefa del departamento de alemán.