Escuela de Madres

Nuestro Centro CEIP Antonio Ferrandis es un centro CAES, ubicado en una zona vulnerable conocido por el barrio de La Coma, Paterna (Valencia), un barrio muy pobre en cuanto a servicios, muchas familias de diferentes culturas, principalmente de etnia gitana, intentan convivir y vivir el cada día.

El barrio cuenta con un centro de Salud, cada año con más recursos, un centro polivalente de Servicios Sociales, un retén de policía y un centro social con diferentes locales como, por ejemplo, una biblioteca, un proyecto de educación para adultos, diversas actividades promovidas por la Fundación Secretariado Gitano, entre otras cosas.

Nuestro proyecto Escuela de Madres surgió en el curso 2000- 2001, desde entonces cada curso lo hemos ofrecido a las familias de nuestro colegio, es un espacio educativo para las madres, que revierte positivamente en beneficio de nuestro alumnado, es un proyecto meramente educativo, nuestra principal herramienta es la relación cercana con cada una de ellas, para abordarlo todo, el éxito, el avance como el conflicto.

La actividad no es un fin en sí misma, es un medio para trabajar cada uno de los aspectos que queremos abordar en los objetivos propuestos para cada curso como grupo y a nivel individual con cada una de las mujeres que forman el grupo. No nos importa el resultado, el cómo quedará, nos importa el proceso para llevarla a cabo, si participan todas, si saben llegar a acuerdos, si toleran que sus propuestas no salgan, si saben desenvolverse con buenas habilidades, si saben dar razón a lo que piensan etc.

«Hace dos cursos, por motivos personales, trabajé fuera del CEIP Antonio Ferrandis, trabajé en otro centro Caes llamado Ballester Fandos, en el barrio de la Malvarrosa, allí entablé algunas bonitas relaciones con algunas familias, que mantuvieron mi certeza de siempre de que educar es ir de la mano familia y alumnado.

Uno de los diferentes motivos que me motivó volver al «Xanquete» (nombre popular de nuestro Centro CEIP Antonio Ferrandis) fue volver a participar de este proyecto de Escuela de Madres, que desde el curso 2001 hemos ido impulsando entre alguna maestra del colegio y con el apoyo incondicional del equipo directivo.

La ilusión por retomar el proyecto, recrearlo, dinamizarlo, convivir semanalmente con esas madres de familia, me hacía mucha ilusión, estaba convencida que me ayudaría «a resituarme» de nuevo en el Centro, en el que ya son unos cuantos años del que formo parte.

La implicación e ilusión de alguna compañera, han sido siempre el mejor primer ingrediente para iniciar La Escuela de Madres, cada curso.

Es precioso ver de cerca las ganas de estas madres acudiendo cada lunes al colegio a participar de este espacio conocido para ellas como «Escuela de madres», ellas hacen suyo este momento, lo esperan, paralizan todo lo que les rodea para llegar a él, en él encuentran sosiego, calma, se encuentran con otras mujeres iguales que ellas, se sienten escuchadas, apoyadas, en definitiva, se sienten queridas.

Es bonito percibir cómo participan cada lunes de las sesiones programadas, les acerca al colegio, al profesorado, les ayuda a apreciar nuestro trabajo como docentes, les abre los ojos para descubrir la educación como un gran tesoro, todo esto vamos apreciándolo curso tras curso, lentamente y con la certeza de creer en ello.

Es bonito ver ese aire intercultural entre las diferentes etnias, (gitanas, africanas, marroquíes) los colores de la piel, los olores, las costumbres y creencias de cada una se disipan en el ambiente, dando paso a lo que verdaderamente nos une, ser mujeres, madres y vecinas de un mismo barrio.

 Es bonito afirmar que es un proyecto de inclusión cuando ahora está tan de moda crear estos proyectos y este nuestro es uno de ellos.

Observamos a cada una en su peculiaridad y sus circunstancias, mujeres cargadas con mochilas de gran peso que son capaces de dejarlo todo y acudir al colegio, para respirar durante un rato de un aire nuevo, nos sentimos responsables de dinamizar ese momento, para que ellas encuentren lo que verdaderamente necesitan.

En ocasiones surgen los conflictos, las relaciones cargadas de recelo, orgullo, envidia, dificultad para autocontrolarse, emociones rotas que les producen bloqueos personales, falta de habilidades personales que les impiden «funcionar», somos todas conscientes de todos estos aspectos y creemos que el grupo es plataforma para trabajar todos estos temas, desde el diálogo y la relación cercana, sin juicios y presiones.

Un año más empezamos este proyecto, un nuevo curso 2019/20, con nuevas ideas, con ganas, sobre todo con mucha ilusión, conscientes del reto que tenemos por delante, pero convencidas de que el trabajo semanal con este grupo de Madres, merece la pena, y no es tanto lo que les damos, si no, es más lo que recibimos de ellas.

«Este pequeño escrito va dedicado a todas esas mujeres y madres de nuestro Centro, que participan de este Proyecto, que son un ejemplo de lucha y supervivencia cotidiana

                                    ISABEL ARAGÓN (Maestra de EI y Responsable Proyecto E.Madres)

                                     MARZO 2020.