Hoy lunes 16 de diciembre una representación de familias de la Escuela de Madres junto con las maestras responsables del proyecto, nos hemos trasladado a un pueblo afectado por la Dana el pasado mes de octubre.
La semana pasada en la sesión, las madres expresaron sus deseo de acercarnos a Chiva y salir al paso de las personas afectadas por la tragedia para hacerles entrega de los productos básicos en alimentación , limpieza e higiene que durante meses invitamos a la comunidad educativa a colaborar y a recoger, colocándolo en un rincón visible de la escuela.
En la reunión dialogamos mucho sobre cómo hacer llegar estos productos, salieron otras opciones, alternativas pero escuchándolas a todas y recogiendo sus aportaciones,sus voces, decidimos juntas emprender la ruta hacia Chiva en búsqueda de personas reales necesitadas.
Se trataba de una aventura, que queríamos recorrer juntas!!
A destacar la participación de tres madres,que se comprometieron a llevar a cabo esta jornada que ponía fin a una iniciativa propia de las familias a lo largo de este trimestre.
La experiencia del día podemos valorarla muy positivamente, hemos sentido entre todas el espíritu de llevar adelante el deseo de algo que queríamos, hemos superado la incertidumbre de no encontrar familias por las calles, el desconocimiento de un pueblo zona 0, hemos hecho frente al frío, hemos andado calles derruidas por el agua, hemos pisado fuerte los restos de barro y hemos compartido alguna lágrima que otra cuando nuestros ojos se detenían en ver casas rotas, hogares precintados, agujeros en las paredes….un caos total etc.
A rescatar la suerte de ver poner en juego la actitud de nuestras familias, saliendo al paso de algunas personas muy afectadas , la escucha, el acogimiento,su afecto, su deseo de ayudarles, su generosidad traducida en esos productos, su vida vulnerable compartida ,sus voces….ha sido de lo más bonito, por minutos, las hemos visto cómo son ellas, grandes, poderosas y profundamente humanas.
Un café con leche, una buena tostada, ha templado nuestro cuerpo y nuestra corazón, risas, lágrimas, historias narradas,buenos y sinceros diálogos ,ambiente entrañable y el sentimiento de sentirnos en un mismo proyecto.
Gracias familias y felicidades por haber podido compartir juntas esta iniciativa. ¡¡Juntas podemos !!
Adela e Isabel. Escuela de Madres