Hoy 8 de febrero se cumplen cuatro años del traspaso de Didín Puig y Grau. Tenía 91 años y su salud empezaba a fallar.
Y es que hablar de Didín Puig es sinónimo de tolerancia. Es hacer valer la palabra y la razón por encima de lo insensato. Es la frase coherente, el discurso racional. Didín, hoy que se cumplen cuatro años de su muerte, nos demostró cómo con el saber hacer y desde la cultura se podía trabajar por un mundo mejor. El punto de unión de muchas sensibilidades siempre basadas en el respeto y los valores de libertad común.
Miseria, hambre, muerte y exilio. Pero todo y estos sufrimientos, siempre con la justicia por bandera. Siempre con la palabra justa y el saber hacer. Mujer activa, nunca se rindió en la defensa de los valores democráticos. Didín ahora hace cuatro años nos dejó un vacío inmenso en el mundo de la cultura del País Valenciano, pero también un gran legado: la idea de tolerancia y, sobre todo, el creer que el mundo hay que cambiarlo desde el respeto, la cultura y la educación.
Nosotros desde el aula Didáctica de Cultura Contemporánea recogemos su legado, pero tiene que ser la sociedad la cual trabajo para que los valores de la periodista y activista cultural continúan más vivos que nunca. Porque si algo hemos aprendido de Didín, es a trabajar incansablemente para conseguir un mundo mejor donde poder desarrollarse en libertad y en valores democráticos, de libertad, respeto y tolerancia.
Gracias Didín!