APRENDIZAJE COOPERATIVO

Uno de nuestros principales objetivos, es el de conseguir una escuela y unas aulas inclusivas para configurar una sociedad sin exclusiones (Pujolàs, 2008). Unas aulas donde aprenden juntos alumnos diferentes, estudiantes con distintas posibilidades de aprendizaje pero que pasan el máximo tiempo posible en su aula, participando tanto como sea posible en actividades comunes. Alumnos con necesidades diversas y que no tienen que estar haciendo lo mismo, al mismo tiempo ni con el mismo nivel de dificultad, aunque comparten el contexto del aula y sienten que sus aportaciones también son importantes. Es nuestra escuela la que debe adaptarse al alumno y no al contrario, es normal que todos seamos diferentes pero hemos de asegurarnos de estar dando a nuestro alumnado una respuesta educativa ajustada a sus posibilidades.

Pensamos que para ello hemos de estructurar la interdependencia social del aula de forma cooperativa. Un aula con estudiantes que aprenden y trabajan juntos, apoyándose los unos en los otros. Un grupo donde se coopera para aprender y se aprende cooperando.

Cuando organizamos socialmente el aula de forma cooperativa, desarrollamos en el alumnado mecanismos de pensamiento y de trabajo autónomo. Garantizamos que aquellos alumnos que lo necesiten, cuenten con la asistencia inmediata de un compañero de equipo y, que además, que  el profesor tenga más tiempo para dedicar a aquellos estudiantes que presentan mayores dificultades.