Colaboración con planaje.com
Hay blogs que hablan de viajes y otros que te hacen viajar con solo leer unas líneas. Planaje es de los segundos. No hay trampa ni cartón, solo ganas sinceras de contar experiencias, de compartir lo que se vive cuando se sale ahí fuera con curiosidad, sin expectativas y con los ojos muy abiertos. Joel, la persona que da vida a este proyecto, tiene una forma de narrar que engancha: mezcla espontaneidad, sinceridad y un punto de humor que convierte cada relato en algo muy cercano.
Nos alegra anunciar la colaboración entre Planaje y Piscinas-Naturales.es, porque sentimos que compartimos una misma esencia. Nos mueve lo auténtico, lo que se descubre sin prisas, lo que te deja huella sin buscarlo. Y si además se puede contar después con verdad y cariño, mejor aún.
Relatos con alma y mapas con margen de error
En Planaje no encontrarás rutas cerradas ni listas que prometen “lo imprescindible”. Lo que encontrarás son caminos recorridos de verdad, días que no siempre salen perfectos, y detalles que marcan la diferencia. Desde escapadas improvisadas hasta aventuras por otros continentes, todo lo que se cuenta tiene una historia detrás. Y eso se nota.
Joel no escribe para impresionar. Escribe para compartir. Para que si tú vas después a ese lugar, ya lleves una sonrisa de antemano o un dato que puede salvarte la tarde. Te habla de lo que le gustó y también de lo que no tanto, y ahí está su valor: en la honestidad de quien no vende destinos, sino vivencias.
Un blog que va más allá de hacer la maleta
Además del viaje como tal, en Planaje hay espacio para hablar de todo lo que lo rodea. De comida que emociona, de ropa cómoda y con estilo, de fotos que capturan instantes y de pensamientos que surgen al andar. Todo está contado desde la experiencia, sin artificios, y eso lo convierte en una lectura tan útil como inspiradora.
Si buscas un blog que no te diga cómo tienes que viajar, sino que te dé ganas de hacerlo a tu manera, Planaje es para ti. No es solo una guía: es una charla entre viajeros. Una de esas que te deja con ganas de cerrar el portátil y salir a explorar el mundo, aunque solo sea el de tu propia calle con otros ojos.

