Vuelta a la rutina
Desde el inicio del curso, los pictogramas han sido una herramienta indispensable para organizar la rutina diaria y estructurar actividades concretas en el aula. Estos apoyos visuales han permitido a los niños comprender con claridad cada paso del día, fomentando su autonomía y facilitando la asimilación de nuevos hábitos.
Ahora, tras el parón de las Navidades, el acompañamiento visual se presenta como un recurso fundamental para retomar y reforzar la organización del día a día. Los pictogramas ayudan a que el reencuentro con la rutina sea fluido y ameno, permitiendo a los pequeños readaptarse de manera rápida y positiva a las dinámicas del aula. Además, este recurso no solo beneficia la comprensión de las actividades, sino que también contribuye a crear un ambiente estructurado y seguro, en el que cada niño sabe qué esperar y cómo participar activamente.

La continuidad en el uso de pictogramas nos ha permitido mantener una organización efectiva, convirtiéndose en un aliado clave para gestionar la rutina escolar, especialmente en momentos de transición como el regreso después de las vacaciones.