Barro
Jugamos, creamos y aprendemos con barro: una experiencia sensorial y creativa.
Una actividad que, más allá de la diversión, nos ha permitido trabajar la motricidad fina, la creatividad y el descubrimiento a través del tacto.
Comenzamos con una propuesta de manipulación libre. Los pequeños exploraron el material con sus manos, sintiendo su textura, su temperatura, su maleabilidad… Amasaban, aplastaban, rompían, unían… todo valía. En este primer momento, el objetivo era que disfrutaran experimentando con libertad.
Poco a poco, fuimos guiando la actividad hacia formas más concretas: hicimos bolitas, luego churros… y con estos churros dimos un paso más: ¡creamos letras! Algunos niños intentaron representar la inicial de su nombre, otros formaron las letras que reconocen y las vocales, y otros simplemente disfrutaron del reto de moldear nuevas formas.
A través del juego con barro, los niños no solo se divirtieron, sino que también fortalecieron sus manos, desarrollaron su coordinación ojo-mano, y empezaron a explorar habilidades más específicas relacionadas con el lenguaje escrito. Una forma lúdica y natural de acercarse al aprendizaje desde la experiencia y el movimiento.



