Así ayudó Scratch a despertar la vocación de un alumno hacia la programación de videojuegos
¡Hola, amigas y amigos de LliureX!
🐭 Hoy quiero hablaros de una herramienta que siempre me ha parecido especial. Se trata de Scratch, una aplicación perfecta para que niñas y niños se inicien en la programación de forma visual, creativa y divertida. Una puerta de entrada al pensamiento computacional… ¡que además engancha desde el primer proyecto!
Y como no hay mejor forma de mostrar su potencial que con una historia real, en esta entrada os traigo el testimonio de Joan, un joven que empezó a jugar con Scratch a los 9 años… ¡y acabó estudiando Diseño y Desarrollo de Videojuegos! ¿Queréis conocer su historia? ¡Seguidme!
¿Qué es Scratch?
Scratch es una aplicación fantástica para iniciarse en la programación, que ya viene instalada en LliureX. Está pensada para niñas y niños, y permite crear historias interactivas, juegos, animaciones y mucho más, todo sin escribir ni una línea de código.
Funciona mediante bloques de colores que se encajan como piezas de un puzle. Cada bloque representa una acción: mover un personaje, cambiar de disfraz, decir algo en pantalla o reaccionar a un clic. Es muy visual y muy intuitiva, ideal para aprender jugando.
Para abrir Scratch en LliureX, solo tenéis que ir al menú de inicio y escribir “Scratch”. Al abrirlo, veréis un simpático gato naranja que os dará la bienvenida. Ese gato será vuestro primer personaje, pero podéis añadir muchos más, cambiar los fondos o incluso grabar sonidos.
Del aula al mundo de los videojuegos
Para demostrar que Scratch no solo sirve para pasárselo bien, sino que también puede marcar el inicio de una vocación, me he puesto mis gafas de entrevistador y he charlado con Joan Ruiz, un estudiante de 21 años que ahora cursa 3.º del grado en Diseño y Desarrollo de Videojuegos en la Universitat Jaume I de Castelló.
🧑💻 Entrevista a Joan Ruiz
¿Cómo conociste Scratch?
Conocí Scratch viendo tutoriales en YouTube desde casa. En mi colegio, hace 11 años no lo enseñaban. Internet es un pozo sin fondo de información, y creo que es la mejor forma de aprender por uno mismo. Siempre recomiendo a quienes empiezan en Scratch que intenten resolver sus dudas a través de foros o vídeos. Eso no solo les ayuda a encontrar soluciones más ajustadas a sus necesidades, sino que también les obliga a investigar y adaptar ideas, lo que fortalece mucho más el aprendizaje. Además, en el proceso, es muy probable que descubras cosas nuevas que no estabas buscando, y eso te enriquece incluso más que una respuesta inmediata, ya venga de un profesor o, en estos tiempos, de una inteligencia artificial.
¿Qué te gustó de Scratch en aquel momento? ¿Recuerdas tu primer proyecto?
Lo que más me gustó fue la libertad. Sentía que podía crear cualquier cosa. Siempre me había atraído la idea de diseñar juegos, pero nunca había tenido la sensación de libertad total como con Scratch.
Mis primeros proyectos eran prototipos muy simples de juegos de lucha. El primer juego realmente jugable que hice iba de un perro volador que esquivaba obstáculos verticales, muy parecido a Flappy Bird.
¿Crees que te influyó para decidir estudiar desarrollo de videojuegos?
Sin ninguna duda. No digo que todos los niños que usen Scratch vayan a estudiar lo mismo que yo, pero sí creo que puede ser una herramienta clave para orientar vocaciones. A muchos niños les despierta una curiosidad que les ayuda a descubrir qué les gusta hacer: desde videojuegos en su forma más pura hasta campos como la robótica o el arte. Scratch es una puerta de entrada al mundo de la creación.
¿Qué consejos darías a los profesores que usan Scratch en clase?
Que se adapten al tipo de alumnado que tienen delante. En Primaria, enseñar la superficie de Scratch ya puede ser suficiente para despertar interés. Pero si se trata de estudiantes de Secundaria, algunos pueden rechazar Scratch por su apariencia infantil.
En esos casos, recomiendo profundizar en la herramienta y mostrar todo su potencial: uso de variables, funciones, física básica, lógica compleja… Scratch es mucho más que una plataforma para niños. Comparte muchas bases con lenguajes de programación avanzados.
También diría que no solucionen los problemas directamente, sino que den herramientas para que el alumnado los resuelva. Y sobre todo, que fomenten la experimentación. Crear videojuegos tiene que ser divertido y libre, no una lista de tareas.
¿Y qué consejos darías para quienes empiezan con Scratch?
Lo más importante es experimentar mucho y evitar buscar siempre respuestas rápidas. El verdadero aprendizaje llega cuando te enfrentas a un problema y tienes que buscar cómo resolverlo.
A veces querrás hacer algo muy ambicioso y te darás cuenta de que aún no sabes lo suficiente. En ese momento puedes volver a ideas más pequeñas, pero ya con más conocimientos.
Lo importante no es lo que sabes hacer hoy, sino lo que serás capaz de hacer mañana si sigues aprendiendo.
¿Podemos ver alguna de tus creaciones de cuando eras más pequeño?
¡Claro! Aquí tenéis uno de mis primeros juegos funcionales: 👉 Sky Travel
Va de un chico que hace caída libre desde un avión. Fue el primer juego en el que me animé a hacer mis propios dibujos y animaciones. Animo a cualquier joven artista a que haga lo mismo: los juegos ganan muchísima más personalidad cuando los gráficos no vienen de la biblioteca de Scratch, sino que son tuyos.

Scratch en LliureX: aprender, crear y disfrutar
Como habéis visto, Scratch es perfecto para trabajar en clase, sobre todo en Primaria y en los primeros cursos de Secundaria. No hace falta experiencia previa: solo darles un espacio donde puedan probar cosas, equivocarse, corregir, aprender y, sobre todo, disfrutar del proceso.
No hace falta instalar nada ni depender de servicios externos. Solo abrir, crear… ¡y dejar que la imaginación haga el resto!
Más información: https://scratch.mit.edu
Si has usado Scratch en clase, ¡comparte tu experiencia con la comunidad educativa de LliureX! Puedes escribirnos a lliurex@gva.es
¡Nos vemos en la próxima entrada! 😊
Valentín 🐭💻


