ALTERACIONES CIRCULATORIAS
Recuerdo anatómico del sistema cardiocirculatorio.
Es necesario hacer un repaso de la anatomía de la circulación para poder entender mejor el mecanismo de acción de un masaje circulatorio.
Las células necesitan del aporte de O2 (oxígeno) y nutrientes para su normal funcionamiento, pero su organización y especialización para formar organismos complejos hace que no puedan mantener un contacto directo con el medio externo.
Es por ello necesario un mecanismo que les facilite estos requerimientos. La sangre hace de intermediario entre el mundo externo y el interno, haciendo accesible a las células los nutrientes, oxígeno, y ayudando a eliminar las sustancias de desecho.
El cuerpo dispone de distintos sistemas vasculares: un sistema de aporte de sangre formado por las arterias, y dos sistemas de recogida: el sistema venoso y el sistema linfático.
EL SISTEMA CIRCULATORIO
Básicamente, el sistema circulatorio del cuerpo humano está constituido por:
– Una bomba, encargada de impulsar la sangre hacia todos los tejidos: el corazón.
– Un sistema de vasos sanguíneos que, saliendo del corazón, se encargan de llevar sangre hacia los tejidos para nutrirlos o hacia el pulmón para oxigenar la sangre: las arterias.
– Un sistema de retorno que devuelve la sangre al corazón, constituido por los sistemas venoso y linfático.
CORAZÓN
El corazón, una estructura esencial del sistema circulatorio, tiene la función de impulsar la sangre a todo el cuerpo. En un adulto, su ritmo habitual es de 60 a 100 latidos por minuto. Cada día, es capaz de bombear más de 7.000 litros de sangre a través de una extensa red de vasos sanguíneos que suman aproximadamente 100.000 kilómetros.
En reposo bombea aproximadamente 5 a 6 litros de sangre por minuto.
VASOS SANGUÍNEOS: Las arterias
Los Vasos sanguíneos están constituidos por las arterias y las venas:
Las arterias son los vasos que salen del corazón para distribuir la sangre. Son grandes tubos elásticos que van disminuyendo su diámetro conforme se van bifurcando hasta formar los capilares, que son los que permiten la salida de oxígeno y nutrientes. La Aorta es la arteria que sale del corazón y es la más grande del cuerpo, de ella sale la Aorta ascendente encargada de irrigar los brazos y la cabeza y la descendente que irriga el resto del cuerpo. La mayoría de las arterias llevan sangre oxigenada (excepto la arteria pulmonar que lleva sangre a los pulmones para eliminar el CO2 y oxigenarla).
VASOS SANGUÍNEOS: Las venas
Las venas son los vasos que van hacia el corazón, la mayoría llevan CO2 (dióxido de carbono), excepto la vena pulmonar que lleva sangre oxigenada.
A nivel capilar, aproximadamente el 90% del líquido que sale hacia los tejidos retorna a la circulación por los capilares venosos, mientras que el 10% restante es recogido por el sistema linfático.
Las venas originan por la fusión de los capilares que se van uniendo dando lugar a vénulas, posteriormente a venas, conforme se van uniendo van aumentando progresivamente de diámetro hasta llegar al corazón por la vena cava superior y la inferior.
¿QUÉ SON LOS CAPILARES?
Los capilares son los vasos sanguíneos más pequeños del cuerpo y forman una red que conecta las arterias con las venas. Su principal función es permitir el intercambio de oxígeno, nutrientes y desechos entre la sangre y los tejidos. La porosidad de los capilares es crucial, ya que sus paredes delgadas y permeables permiten que estas sustancias se difundan fácilmente hacia y desde las células, asegurando así la adecuada nutrición y oxigenación de los tejidos.
SANGRE
La sangre es el fluido que llena las arterias y venas. Un adulto medio tiene entre 5 y 6 litros de sangre, formada en un 78% por agua y el restante 22% integrado por los elementos formes. Está constituida por cuatro elementos: plasma, eritrocitos (glóbulos rojos), leucocitos (glóbulos blancos) y las plaquetas.
El plasma es el líquido que hace de soporte del resto de elementos sanguíneos.
Los eritrocitos son células anucleadas (sin núcleo) formados básicamente en la médula ósea y son los encargados del transporte de O2 a las células y de evacuar el CO2eliminado por las mismas.
Los leucocitos, de mayor tamaño que los glóbulos rojos, son los encargados de las funciones de defensa del organismo.
Las plaquetas intervienen en las funciones de coagulación de la sangre, muy importante en todo proceso de curación de lesiones.
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SISTEMA LINFÁTICO
El sistema linfático conforma una circulación secundaria entretejida con la circulación sanguínea.
Se origina como el sistema venoso a partir de capilares, en este caso linfáticos, que se originan en “fondo de saco” y se van juntando para ir formando progresivamente troncos más gruesos para reunirse en dos troncos linfáticos principales por donde pasará toda la linfa: el conducto torácico que drena a la vena subclavia izquierda y el conducto linfático derecho que desemboca en la subclavia derecha.
A lo largo de su trayecto se encuentran unos reservorios llamados ganglios linfáticos.
El sistema linfático lo estudiaréis en profundidad el próximo curso en el módulo de drenaje.
LINFA
Por el sistema linfático circula la linfa, que es un líquido resultante del plasma exudado por los capilares arteriales al intersticio intercelular y que no es reabsorbido por los capilares venosos, por lo que entra en los capilares linfáticos.
Los capilares linfáticos son más permeables que los capilares sanguíneos, lo que les permite transportar grandes moléculas como proteínas y grasas.
La cantidad de linfa que se vierte al torrente sanguíneo al día es de aproximadamente de 2.5 a 3 litros.
Una de las funciones del sistema linfático es la de recoger determinadas substancias como material de desecho resultante del metabolismo celular y líquidos de los espacios intersticiales para llevarlos al sistema sanguíneo.
LOS GANGLIOS LINFÁTICOS
Son unos nódulos que se encuentran a lo largo de la trayectoria de los vasos linfáticos, contándose más de un centenar en nuestro cuerpo. Son de tamaño variable, desde una pequeña semilla hasta el tamaño de una almendra.
La principal función de los ganglios es el filtrado de la linfa siguiendo una malla gruesa de células, en ellos se da la capacidad fagocitaria del sistema endotelial o macrofágico que ataca a gérmenes y partículas extrañas, no menos importante es su función inmunitaria con la multiplicación y almacenado de linfocitos B y T.
Los ganglios se pueden encontrar aislados o agrupados, los paquetes ganglionares superficiales más comunes están a nivel inguinal, axilar, epitroclear, submandibular, supraclavicular y de rombo poplíteo.
FISIOLOGÍA DE LA CIRCULACIÓN SANGUÍNEA
La principal función del sistema circulatorio es el transporte de distintos tipos de sustancias, ya sea hacia los distintos tejidos: oxígeno, alimento, substancias segregadas por las glándulas endocrinas; como hacia el exterior: CO2, toxinas y catabolitos resultantes del metabolismo celular. Pero no menos importante, es la función de regulación de la temperatura corporal: la sangre no solo se encarga de repartir el calor generado principalmente por los músculos a todos los tejidos, sino que tiene un papel importante en su regulación, ya sea para refrigerar el cuerpo con una vasodilatación de los vasos periféricos o con una vasoconstricción para evitar la pérdida de calor en situaciones de frío.
El sistema vascular está regulado por el sistema nervioso simpático principalmente a nivel de las arteriolas, aunque éstas también responden a cambios químicos locales en respuesta a lesiones, etc.
FISIOLOGÍA DE LA CIRCULACIÓN ARTERIAL
Para que la sangre impulsada por el corazón pueda llegar a todos los tejidos, es necesario que el cuerpo controle la presión sanguínea para que ésta sea la más adecuada, es por ello que el sistema arterial, principalmente los grandes vasos, disponen de muchas fibras musculares a nivel de sus paredes que le permite amortiguar el latido cardíaco y uniformizar la presión. También participa en ello la resistencia que representan las paredes de las arterias de pequeño calibre, arteriolas y capilares.
Para que la función de transporte se complete, es necesario que se de el intercambio de sustancias entre la sangre y los tejidos, lo cual se realiza a nivel del lecho capilar, donde la estructura de la pared vascular permite el paso de macromoléculas facilitando los distintos intercambios.
FISIOLOGÍA DE LA CIRCULACIÓN DE RETORNO
Las venas tienen como función primordial asegurar el retorno de la sangre hasta el corazón, aún en contra del peso de la columna sanguínea, de la fuerza de gravedad y a pesar de ella. Para facilitar este retorno venoso, el organismo dispone de varios mecanismos entre los que destacan:
– La Esponja venosa del pie o plantar de Lejars: a nivel de la planta del pie hay una red densa de vasos venosos que al ser comprimida al caminar recoge la sangre de las venas de la planta y envía un primer émbolo de sangre que sirve de inicio al sistema de retorno.
– El Sistema valvular: las válvulas son unas formaciones del endotelio de la vena que se localizan a lo largo de su trayecto, en la luz del vaso y que permiten el paso de la sangre en sentido centrípeto (hacia el corazón), pero que se cierran e impiden el retroceso de la sangre. Cuando este sistema falla se está ante una insuficiencia valvular (varices).
– Bomba respiratoria o fuerza Vis a fronte o : con los movimientos de la respiración, la caja torácica se convierte en una bomba de presión negativa, de modo que con la inspiración se ejerce una fuerza aspirante que atrae la sangre hacia el corazón.
– Fuerza de inercia o fuerza Vis a tergo o : es el residuo de la fuerza propulsora del corazón que llega a las venas. La contracción del corazón impulsa la sangre hacia las arterias con una presión considerable que de media se considera normal alrededor de 120 mm Hg. A medida que se aleja del corazón y se ramifica en vasos más pequeños, la presión va disminuyendo, de modo que al llegar al territorio venoso se presenta una presión media de alrededor de 40 mm Hg (puede presentar variaciones desde 11 mm Hg en el pie cuando la persona está en decúbito hasta 90-100 mm Hg en el mismo punto pero en bipedestación). A nivel del territorio linfático se observan presiones inferiores a las venosas y con valores medios alrededor de 20 mm Hg. A nivel de la aurícula derecha, donde desemboca la sangre venosa, se mantiene una presión media de alrededor de 4 mm Hg. De esta forma se crea un gradiente de presión entre todo el sistema cardiocirculatorio, que contribuye a favorecer el retorno venoso. (No hace falta que aprendas las presiones, solo las especifico para que te des cuenta de cómo va bajando).
– La Bomba muscular: se refiere a la influencia que el trabajo de la musculatura de las piernas ejerce sobre las venas.
La contracción muscular comprime las venas profundas e impulsa su sangre en sentido centrípeto (hacia el corazón), favoreciendo de esta forma el retorno venoso.
Para favorecer el retorno linfático también participan los mecanismos mencionados del sistema venoso: disponen de un sistema valvular que impide el retroceso de la linfa, la presión del espacio intersticial (cuanto mayor es, más linfa penetra en los capilares linfáticos), actúa activamente el masaje producido por la bomba muscular, principalmente las contracciones de tipo isométrico. El ejercicio físico en general favorece el flujo linfático mientras que el sedentarismo lo dificulta.
VENAS MIEMBRO INFERIOR SUPERFICIALES
VENAS MIEMBRO INFERIOR PROFUNDAS
ALTERACIONES EN EL SISTEMA DE RETORNO
Cuando fallan los mecanismos implicados en el sistema de retorno, la circulación se ve dificultada dando lugar a distintas alteraciones. El índice de personas afectas por estos trastornos es muy elevado, se admite que un 70 % de la población, en nuestra sociedad, presenta o presentará en algún momento, este tipo de trastornos. Este alto porcentaje, que se va incrementando, es una consecuencia negativa del proceso de civilización actual.
FACTORES PREDISPONENTES
Ortostatismo: este padecimiento afecta con mayor frecuencia a personas que permanecen muchas horas de pie (dependientes, peluqueros, enfermeras etc.).
Sedentarismo: la falta de ejercicio físico y por tanto de bombeo muscular, favorece las alteraciones hemodinámicas.
Obesidad: se ha demostrado que la obesidad favorece el estasis circulatorio y lo agrava.
Temperatura: el calor favorece la dilatación de los vasos y la aparición de vences. Se demuestra mayor incidencia de éste trastorno en personas sometidas a focos de calor continuo (panaderos, cocineros, obreros del vidrio…).
Factores mecánicos: la compresión fija en una zona, el uso de fajas, ligas, cinturones apretados, favorece el estasis circulatorio.
SINTOMATOLOGÍA
Cuando se inicia un trastorno en la circulación de retorno, los primeros síntomas son subjetivos, es decir, que se manifiestan incluso cuando esa persona no ha desarrollado ramas varicosas visibles (dilataciones venosas producidas, fundamentalmente por una insuficiencia valvular). Entre otras alteraciones, destacan:
– Pesadez de piernas, sobre todo al estar de pie mucho rato
– Cansancio exagerado
– Calambres nocturnos
– Sensación de hormigueo y adormecimiento
Si el proceso continúa, a estas manifestaciones subjetivas se le añaden signos objetivables como:
– Edema
– Pigmentación
– Dermatosis de éxtasis
– Varices ya establecidas
En todo este proceso evolutivo, son de vital importancia la puesta en marcha de medidas terapéuticas de prevención que frenen el desarrollo posterior de las varices.
– Edema
Es una infiltración de tejidos por exceso de líquido. Pueden ser de causa general (por insuficiencia cardiaca, renal, etc.) o por una causa local (como los venolinfáticos). La presencia de edema indica, de por sí, una incapacidad del sistema de retorno para drenar el exceso de líquido.
– Varices
Una varíz es una dilatación permantente de una vena.
Como consecuencia de esta dilatación se produce una insuficiencia del sistema valvular de las mismas (cuando las válvulas no cierran correctamente impidiendo el retorno venoso). Son causa de varices:
– Factores genéticos, parece ser que hay una tendencia familiar.
– Factores ambientales, como ciertos trabajos que obligan a estar de pie mucho rato.
– Frecuentemente las varices aparecen como una complicación del embarazo y la obesidad.
MEDIDAS PREVENTIVAS
Como normalmente se dice: “es preferible prevenir que curar”, para ello hay una serie de medidas preventivas que convendría seguir:
– Mantener activa la musculatura de las piernas, mediante ejercicio físico y deporte habitual.
– Evitar largas inmovilizaciones.
– Masajes suaves en casos de estasis o edema.
– Evitar el calor y su efecto hiperemiante, sobre todo evitar los focos directos.
– Evitar las prendas de vestir ajustadas.
– Tratar los desequilibrios hormonales y no tomar anticonceptivos sin control médico.
– Medidas dietéticas cuando sean necesarias.
– Presoterapia.
MEDIAS DE COMPRESIÓN
¿Quién debe usar medias de compresión?
Están indicadas en personas con insuficiencia venosa. La insuficiencia venosa ocurre cuando las válvulas del interior de las venas no funcionan adecuadamente y la sangre vuelve al corazón con dificultad, acumulándose en los miembros inferiores por acción de la gravedad.
Para remediarlo, las medias de compresión (o medias elásticas terapéuticas) ejercen una presión controlada y decreciente desde el tobillo hacia la parte superior de la pierna. Es decir, la presión es máxima en el tobillo y va disminuyendo a medida que la media asciende hacia el muslo. Esto empuja la sangre hacia arriba y ayuda a prevenir el edema o hinchazón y, dentro de lo posible, la trombosis venosa.
Vídeo realizado por Miriam, alumna del Ciclo Superior de Estética en el IES La Vereda, curso 23-24:
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