Bombeo distribuido
Hace tiempo que tenemos claro en las instalaciones térmicas que cuantos menos intercambios realicemos en la instalación, menos energía perderemos, mayor eficiencia tendrá nuestro sistema.
Esto unido a las inmensas posibilidades que nos ofreció la electrónica, puso de moda los sistemas de refrigeración de expansión directa VRV, que ofrecian una versatilidad, una sencillez de instalación y mantenimiento impesables hasta entonces. Una pequeña empresa instaladora familiar podía acometer instalaciones de un tamaño inaccesible para ellos hasta ese momento. Solo habia que colocar máquinas y tirar tubería de cobre y un bus de datos. La instalación se reducía a eso.
Pero pronto empezaron a llegar los inconvenientes:
- Aparece la necesidad de ventilar los locales asegurando un ambiente higienico y saludable en el interior.
- El cambio climático nos lleva a plantearnos refrigerantes más respetuosos con el medio ambiente, que dejan de ser tan seguros e inocuos (trabajan a altas presiones, son combustibles, ….) …
Estas cuestiones nos hacen mirar de nuevo a los sistemas de máquinas compactas (las enfriadoras de toda la vida), montadas integramente en fábrica, con las garantías y seguridad ello conlleva, con la tranquilidad de tener todo el refrigerante concentrado en el exterior.
Pero este sistema es de lo que veníamos huyendo! No pasa nada, hacemos un lavado de cara, le ponemos un nombre muy llamativo y parece que hemos inventado la solución a todos los males (memorable el lavado de cara del “calor negro” cambiando el formato de radiadores y el aceite termico por uno de ¿mayor eficiencia? Y llamandolo “calor azul”): la aerotérmia! (lo que llevamos haciendo toda la vida, vamos, intercambiando con el aire).
Si analizamos un poco estos sistemas, estamos distribuyendo agua a bajo salto térmico y grandes distancias. Las pérdidas son muy significativas, porque no hemos introducido la electrónica en estos sistemas, y recirculamos enórmes cantidades de caudal por todo el circuito, sin control alguno. Y para hacerlo utilizamos unas bombas de recirculación que son las neveras de nuestras casas, ese consumo no muy grande, pero constante en el tiempo, que acaba siendo un gran desembolso anual en costes energéticos.
Y en esto han llegado los señores fabricantes de bombas y nos han puesto encima de la mesa una solución: el bombeo distribuido.
Han conseguido que las instalaciones de agua se parezcan mucho a las de VRV, se simplifiquen enormemente. Prácticamente con tubería, bombas, sensores de temperatura y presión y válvulas antirretorno (bueno, y un vaso de expansión tambien, claro) y con un bus de datos o wifi para interconectar elementos, podamos controlar la instalación y hacerla mucho más eficiente.
Con permiso de Grundfos, en la siguiente infografía, podemos ver la solución que plantean para un efificio de gran altura:
En el esquema que plantean, podemos ver que la instalación se simplifica bastante y conseguimos que recircule el caudal necesario en cada una de los equipos terminales, con el consiguiente ahorro energético tanto en bombas como en pérdidas del circuito. Al estar todas las bombas conectadas y hablándose entre sí, el sistema siempre opera en las condiciones más óptimas.
En el enlace podemos ver un video de Grundfos explicando las bondades del sistema.
Y en este otro enlace, un artículo más detallado acerca del sisema de distribución.
https://es.jx-wztf.com/blog/distributed-pumping-taking-the-foot-off-the-brake
Saludos.
Eladio Fernández
Anterior 