Hegel, Prefacio a La Filosofía del Derecho (1820).

Para decir aún una palabra más sobre la instrucción de cómo debe ser el mundo, la filosofía de todos modos llega siempre demasiado tarde para ello; ella, como el pensamiento del mundo, solamente aparece en el tiempo después de que la realidad ha completado el proceso de su formación y se ha acabado. Esto mismo lo que enseña el concepto, lo muestra también La historia, a saber que sólo en la maduración de la realidad lo ideal aparece frente a lo real y construye el mismo mundo, captado en su sustancia, en la configuración de un reino intelectual. Cuando la filosofía pinta su gris en gris, una configuración de vida se ha hecho vieja y con gris en gris no se deja rejuvenecer, si no solamente reconocer. El búho de Minerva sólo inicia su vuelo cuando irrumpe el crepúsculo.

[…] Captar lo que es, —esa es la tarea de la filosofía—; y lo que es, eso es la razón. En lo que se refiere al individuo, cada uno es de todos modo el hijo de su tiempo; y así también la filosofía es su tiempo captado en pensamientos. Tener la ilusión de que una filosofía sobrepasa su tiempo es tan tonto como opinar que un individuo salta sobre su tiempo…