Tanto en el colegio como en casa debemos enseñar a nuestros niños y niñas a abandonar acciones que perjudiquen a nuestro planeta.
Todos sabemos que hay que separar los residuos que producimos, pero todavía queda mucho camino para llegar a que actuemos consecuentemente, es decir que todos y en todos los lugares (casa, escuela, calles, parques…) clasifiquemos o separemos la basura que generamos.
Para concienciar sobre esta cuestión, la pasada semana, las clases de 5º y 6º de Primaria hemos ido a la Planta de tratamiento de residuos de Liria donde nos han enseñado lo que realmente sucede con nuestra basura, y es que no en todos los hogares se separan los residuos. Nos han enseñado cómo llegan los camiones de basura que recogen todos los días los contenedores de basura orgánica de las poblaciones de nuestra comarca y el trabajo que realizan las personas que trabajan en esta planta con nuestra basura. Nos ha sorprendido que estas personas tienen que ir quitando de la basura lo que nosotros no separamos en nuestras casas: ropa, latas, botellas de plástico vidrio, juguetes grandes de peluche o de plásticos, etc, incluso han llegado a encontrarse un maletín con dinero o una caja con gatitos. Una vez lo separan envían a las plantas de reciclaje correspondiente esas basuras separadas y la basura orgánica la trasforman en abono para los cultivos. Con la basura que no se puede reciclar la prensan y la entierran en fosas excavadas en la tierra.
Todo el alumnado, después de esta visita, ha llegado a la conclusión que vale la pena separar los residuos que generamos y así poder tener un planeta más cuidado.