El colegio público «BLASCO IBÁÑEZ» de Benetússer, nace como tal durante el curso 1981, cuando el antiguo colegio «Cristóbal Colón», se traslada, pasando a ocupar las instalaciones de reciente construcción, al lado del polideportivo municipal.

Queda el Centro, ocupando una parte del edificio perteneciente al Ayuntamiento, tal como había sucedido hasta ese momento, así como otros varios lugares, muebles Raiga, bajos de Ramón y Cajal, edificio de San Roque y ya, posteriormente, muebles Iglesias y el parvulario de nueva construcción junto a la plaza de la Iglesia.

A finales de junio del curso 1981, el C.P. «Blasco Ibáñez», queda con dos únicos maestros como propietarios definitivos, D. Juan Alcañiz Muñoz, que ocupará el cargo de director y la profesora de párvulos, Sra. Piedad Cayón. En septiembre de este mismo año, llegarán seis nuevos profesores propietarios definitivos que, junto con los provisionales que irán llegando, formarán la primera plantilla del nuevo colegio.

Son años de dificultades, debido fundamentalmente, no tanto a la reciente creación del colegio, sino a la dispersión de sus miembros en los diferentes edificios que dificulta notablemente una correcta coordinación, pero todas ellas se suplen con la buena voluntad y las ganas de seguir adelante.

El nuevo colegio no cuenta casi con medios materiales, alguna máquina de escribir y la multicopista de alcohol, además de numerosas cocas de glicerina, fabricadas por los mismos profesores. El Ayuntamiento apoya a la propuesta, pero se encuentra con una gran dificultad; no hay superficie en el municipio, ni un solar adecuado para la construcción del centro.

Empiezan las negociaciones con los ayuntamientos de València y Alfafar, tratando de intercambiar terrenos, a fin de conseguir un solar adecuado en superficie para poder iniciar la obra.

Es finalmente con el ayuntamiento de Alfafar, con el cual se hace el intercambio de terrenos quedando el solar a las afueras de Benetússer, junto al cementerio municipal. Se pone alguna objeción a causa del paso, por uno de los extremos, de cables y tendidos eléctricos de alta tensión, pensando en las consecuencias negativas que en un futuro pudiera afectar.

Finalmente, se empiezan las obras durante el curso 1982-1983, siendo acabado durante el verano del año 1985 y se inaugura el 10 de diciembre de este mismo año. El ayuntamiento aprueba la propuesta de los profesores para que la calle donde se ubica lleve el nombre en memoria de una maestra del centro: Rogelia Antón.

En su XXV cumpleaños, el centro realizó una serie de actividades en que quedó patente el afecto y los buenos recuerdos que los exalumnos y familias tienen de este centro. Entre las actividades realizadas hay que destacar el concierto que realizaron exalumnos del centro y la inauguración del reloj de sol que, bajo la dirección del ceramista de la localidad Alberto Villaverde, realizó el profesorado del centro y que ahora forma parte de la fachada exterior del edificio.

El paso de los años ha hecho de este centro un centro de calidad, sus mejoras en las instalaciones, dotación de recursos informáticos y sobre todo disponer de un Claustro estable y unas familias comprometidas, han hecho que el Blasco llegue a ocupar en el año 2014, el quinto lugar de las pruebas de diagnóstico de los centros de la Comunidad Valenciana.

Nuestro objetivo de futuro es principalmente, seguir aportando nuestro saber hacer y conseguir hacer de este centro, una escuela inclusiva en que todos tienen su lugar y todos aportan sus valores individuales en esta Comunidad educativa del Blasco.

Graffiti niña

Las concejalías de Juventud y Educación del Ayuntamiento de Benetússer organizaron un concurso de graffitis en los tres centros de la localidad con motivo del Día Internacional de las Ciudades Educadoras. El primer premio fue para Manuel Moreno García que pintó su graffiti en el CEIP Blasco Ibáñez, NOVIEMBRE 2016.

Una escuela con raíces en Benetúser

La foto muestra la calle València antes de la construcción de nuestra escuela. Al final de la calle ahora está situada nuestra escuela.