A través del juego y la manipulación, los niños estimulan su curiosidad innata mientras se sumergen en un océano de texturas, colores, olores y sonidos. Estas experiencias sensoriales no solo generan momentos de diversión y risas desarrollando también aspectos cognitivos, emocionales y sociales.
Para finalizar la semana siempre hacemos alguna actividad sensorial, este viernes experimentamos con un taller de pintura con yogur.
Los niños han experimentando, mezclado y creado con los colores de la primavera utilizando pipetas y cucharillas. Se lo han pasado genial y no hay que decir, que han acabado muy pero que muy sucios pero con muchas ganas de repetir.