Después de las vacaciones de verano, nuestro huerto escolar vuelve a llenarse de vida. Durante estas primeras semanas, el alumnado ha trabajado con entusiasmo para preparar la tierra, quitando malas hierbas, removiendo el suelo y añadiendo abono para dejarlo listo para las nuevas plantaciones. Con palas, cubos y mucha ilusión, hemos dejado las mesas de cultivo preparadas para una nueva temporada.
Una vez la tierra estuvo lista, comenzamos a sembrar las primeras semillas de la temporada: zanahorias y rábanos. Los niños y niñas observaron lo pequeñas que son las semillas y las colocaron con mucho cuidado dentro de la tierra. Ahora solo queda tener paciencia, cuidarlas y esperar a que empiecen a brotar las primeras hojas verdes.
Además, hemos realizado un triaje de semillas de albahaca, aprovechando las matas secas del año anterior. El alumnado ha aprendido cómo extraer las semillas y guardarlas para el momento adecuado de siembra, cuando llegue el buen tiempo. Así, también aprendemos la importancia de reutilizar y aprovechar los recursos que nos ofrece la naturaleza.















