Nos encontramos en Elche, una ciudad de Alicante con unos 230.000 habitantes, bastante industrializada cuya economía se basa en el calzado y la explotación agrícola. En los últimos años esta ciudad ha recibido una ola migratoria bastante importante de países del este, sur de América, China y norte de África.
Concretamente el CEIP Miguel Hernández está situado en un barrio ubicado en una zona social, cultural y económicamente desfavorecida de la ciudad, en el barrio de Los Palmerales y San Antón.
El nivel sociocultural de las familias de las que se nutre el centro se caracteriza en su mayoría por pertenecer a la minoría de etnia gitana. A nivel socioeconómico destacar que los ingresos de las familias vienen a través de tres vías: bien por ayudas estatales, comercio o mercado ambulante y/o por economía sumergida. Los hombres son los que trabajan fuera de casa, mientras que las mujeres se encargan de las labores domésticas y del cuidado de hijos y familiares. En general, la mujer ocupa un rol “secundario” por diversas razones: mantenimiento de tradiciones, una maternidad demasiado precoz, etc.
Una problemática palpable del contexto es la de la droga. El barrio es un centro de “menudeo”. La drogodependencia de algunos de sus habitantes hace que crezca la delincuencia y que sus familias padezcan esta situación.
Todas estas características conllevan que nuestro colegio sea un centro de carácter singular por estar ubicado en una zona social, cultural y económicamente desfavorecida. Donde el alumnado presenta unas necesidades de compensación de desigualdades debido a pertenencia a minoría étnica en situación de desventaja social y económica.