Exposición de los alumnos de PR4 sobre el Día de la Paz

DÍA DE LA PAZ, 30 de enero
Exposición realizada por los alumnos de PR4

Los alumnos de PR4 han realizado una exposición en la que conmemoran el Día de la Paz. A través de ella, nos invitan a reflexionar con imágenes que ponen de manifiesto la tragedia de la guerra. La violación de derechos humanos, la importancia de la ayuda humanitaria, así como las causas y consecuencias de los conflictos bélicos están presentes en las fotografías mostradas.
¡No perdáis la ocasión de visitarla en el vestíbulo del IES!

Día de la Paz (manifiesto PR4)

Los alumnos de PR4 nos invitaron a celebrar el Día de la Paz (30 de enero) con uno manifiesto que leyeron a través de la megafonía del centro, y una exposición


DÍA DE LA PAZ MUNDIAL 30 DE ENERO

WOLDU RUIZ, PR4. Solo hay una cosa que me viene (y supongo que a todos) a la cabeza cada vez que oigo hablar de alguna guerra en un país lejano que se ha llevado a miles de personas por el control de los recursos naturales, desigualdades sociales, el auge de extremismos y nacionalismos o motivos étnicos, comerciales o tecnológicos. Matanzas pesadillescas por puro interés capital.
¿Por qué?
¿Por qué la humanidad se mata entre sí de forma tan horrible?
¿Por qué vemos como opción más factible el asesinato que compartir ente nosotros?
Sin embargo, hay algo que me preocupa más aún que la guerra de por sí, y es cómo su mera existencia nos es tan natural, que ya no nos exaltamos: nuestra creciente indiferencia y decreciente empatía nos ha acostumbrado…
Pero, continuando con la pregunta, ¿por qué?
Por lo mismo de siempre, interés, egoísmo, apatía, odio… Codicia.
Tal como dijo el propio Charles Chaplin: “ Pensamos demasiado, pero sentimos muy poco”.
Las guerras por el odio, heredados de generación en generación, bucles en forma de círculo donde el odiado pasa a odiar y hacerse odiar por otros, se han vuelto el día a día, y no pasa nada. Nada mientras ocurra en esos países lejanos, en esas tribus barbáricas. Nada mientras los que se maten sean árabes o africanos o cualquiera fuera de nuestra burbuja, nuestra preciada y cómoda burbuja. No nos importa, no mientras ocurra fuera, lejos.
Paradójicamente, en nuestra burbuja hay recursos naturales que importamos de fuera, de países sumidos es multitud de conflictos y, como buenos 1er mundistas extraemos de ellos todo lo que nos conviene para nuestro desarrollo: mano de obra barata, petróleo o minerales como el oro o coltán, entre otros recursos. Y todo lo que no nos interesa de los países en conflicto, lo dejamos fuera, incluso la realidad de la violación de derechos humanos o la necesidad de ayuda humanitaria.
Por favor, compañeros, no olvidemos que muchas guerras son, directa o indirectamente, responsabilidad nuestra.

30 DE ENERO, DÍA DE LA PAZ MUNDIAL

Tristemente, en la actualidad, el asesinato, el exterminio, la esclavitud, la deportación o la tortura son ejemplos de la violación de derechos humanos. Delitos penados, pero vividos en los países en guerra.

Sin embargo, las acciones que se centran en salvar vidas mediante la provisión de agua potable o entrega de alimentos y productos de higiene básica nos hacen creer en la existencia de personas aún sensibles a estas tragedias. La ayuda humanitaria de las ONG y nuestra colaboración con ellas es, por ello, fundamental.

Arthuro Salazar, PR4

En el año 2020, el mundo vivió multitud de conflictos armados como la GUERRA DE SIRIA que comenzó en 2011. Desde entonces han muerto 380000 personas y 12 millones han salido del país para poder salvar sus vidas . Siria, lamentablemente, ha sido destruido en su mayor parte.
Otros de los tristes conflictos armados es la GUERRA DE YEMEN. Yemen es uno de los países árabes más pobres y su guerra comenzó en 2015. La guerra ha provocado una terrible hambruna que sufre más del 60% de la población. Y no olvidemos la GUERRA DE ORIENTE PRÓXIMO que engloba tres grandes conflictos : la eterna lucha entre Israel y Palestina , la guerra de Irak y Afganistán, y la grave tensión entre Estados Unidos e Irán .
Es duro imaginar el sufrimiento de todas las familias que no han podido escapar del conflicto o que han perdido a seres queridos .
Ainhoa García PR4
Lamentablemente, siguen existiendo guerras como la del SAHEL, una franja que recorre de este a oeste el continente africano. Lleva activa desde principios de siglo y se involucran países como Costa de Marfil, Nigeria, Chad y muchos otros. En el centro de este se encuentran multitud de conflictos interétnicos, armados y clanes yihadistas. Gran parte de su situación se debe a los intereses geopolíticos, luchas étnicas y la fragilidad de los estados, en los que imperan la corrupción y los regímenes autoritarios.

No podemos olvidar tampoco el conflicto de SUDÁN DEL SUR que pervivió durante seis años, finalizando el pasado año. La avaricia por controlar los numerosos recursos naturales que posee como diamantes, oro, cobre o zinc lo convierten en objetivo bélico. Actualmente, el país vive una de las hambrunas más graves del planeta.. Una vez más, en un país con tanta riqueza, son los más débiles quienes sufren las consecuencias.

Raúl Colomer, PR4

La guerra ha convertido reinos enteros en polvo
¿Alguna vez te has parado a pensar en todos los niños que mueren por la guerra?
¿Y qué hay del hombre o mujer que llora por haberlo perdido todo a causa de una bomba?
¿Alguna vez te has parado a pensar cuánta sangre inocente hemos derramado?
¿Y qué hay del nuevo amanecer que para miles de personas será el último?
¿Y qué hay de toda la alegría de vivir que a miles de personas se les escapa de las manos?
¿Y qué importa nuestro color de piel?¿Acaso no tenemos todos el mismo cerebro para pensar y el mismo corazón para sentir?
¿Y qué hay de los bosques talados? Quemados a pesar de sus súplicas.
¿Y qué hay de los mares contaminados?¿Y de la cantidad de fauna y flora destruida por la acción humana?
¿Y qué hay de los animales? ¿Qué hay de los animales que lloran y han sido masacrados sin piedad.
¿Y qué hay de los valores de la naturaleza que nos enseñaron de niños?¿Crees que los estás respetando?
¿Alguna vez te has parado a observar cómo la Tierra llora y cómo pide ayuda?
¿Qué le hemos hecho al mundo? Solo te pido que te detengas un momento a pensaren nuestras acciones.
¿Qué hay de nosotros?¿En realidad nos importa?
Y yo os pregunto, mares, bosques, animales y personas ¿acaso no somos todos hermanos? Y entonces, ¿por qué permitimos que nuestros hermanos mueran?¿Acaso no es el deber de los hermanos el de cuidarse y protegerse?
Mucha gente piensa que un mundo sin guerra y sin sufrimiento no sería posible. ¿Pero acaso no parecía imposible que un hombre pisara la Luna?¿Acaso no parecía imposible curar enfermedades? ¿Acaso no parecía imposible volar?
Y el caso es que todos los logros que parecían imposibles, sí lo fueron gracias a la gente que creyó en ellos y que día tras día luchan por volverlos un poco más reales.
Muchos piensan que es inútil luchar, porque una sola persona no puede cambiar el mundo. Pero ¿qué hay de todas esas personas que piensan como tú? Apuesto a que, uniéndonos, ya no seríamos una sola persona. Y TODOS, con un mínimo gesto, podemos cambiar el mundo. Así que respeta a los que no son respetados, quiere a los que no son queridos, ayuda a los que nadie ayuda. Trata con respeto a gentes, campos y océanos. Lucha por hacer del mundo un lugar mejor. Lucha por la paz. ¡VIVE LA PAZ!

Alejandra Cegarra, PR4

Alumnes del nostre centre premiats als Premis Sambori

Tres alumnes del nostre centre, premiats als Premis Sambori http://www.sambori.net/# en la comarca de L’Alacantí en 2n cicle de Secundària. FELICITATS!
Es tracta de Pablo Bataller, Marina Serrano i Mario Muñoz, tots ells de 4rt d’ESO. Podeu llegir els seus relats a continuació.

PASTOR, FELIP I LA TEMPESTA
MARINA SERRANO

Vull presentar-vos a Felipe. És un xiquet com vosaltres. Li agrada anar al col·le, jugar amb els seus amics i passar molt de temps veient la tele. Potser també us passa a vosaltres el que li passava a ell abans que ocorreguera el que us contaré. Perquè, potser no li teniu vosaltres por als gossos? I a les tempestes grises i sorolloses? Escolteu atentament aquesta història que em va contar Mimí, la mamà de Felipe.

Perquè resulta que Mimí ho havia intentat tot perquè Felipe perdera la seua por als gossos. Li havia tret de la biblioteca molts llibres i contes de gossos, l’havia portat a exposicions canines i a demostracions de gossos bombers i policies; li havia posat vídeos sobre els Sant Bernardo, uns gossos grans i bons que salven la vida d’excursionistes perduts entre les neus de l’alta muntanya. Li havia regalat fitxes per a acolorir, però res de res de res! La por de Felipe als gossos no era una por qualsevol. Podríem dir que era una super por. Des de posar-se a tremolar i tancar els ulls per a llevar-se a la bestiola de davant.

Tal és així que Felipe es canviava de vorera quan veia vindre un gos. Pensava a més que havia tingut molt mala sort perquè vivia al costat d’un veí que tenia, endevineu què? Per descomptat: un gos! Felipe vivia amb el cor en un puny. No sols havia de preocupar-se que els gossos no li mossegaren al carrer, a més havia d’estar atent perquè Pastor, el gos del veí, no se li acostara en el portal. Quan arribaven del carrer i cridaven a l’ascensor per a pujar a la seua casa, si durant l’espera arribava el veí amb Pastor, Felipe eixia disparat escales amunt. I us assegure que arribava abans que l’ascensor, i això que vivia en un pis ben alt.

I va succeir que un dia la mamà de Felipe li va dir que a la vesprada ella havia d’anar a cuidar a la tia Inés, que estava una mica malalta. Va deixar ben explicat tot el que Felipe havia de fer en la seua absència. Primer, és clar, arribar a casa del col·le i berenar. Després, fer els deures i, finalment, posar-se a jugar fins que ella arribara. No era la primera vegada que s’havia quedat només una estona, per això Felipe li va dir a la seua mamà que no es preocupara i se n’anara tranquil·la, que ell anava a portar-se molt bé i a fer tot el que ella havia dit.

Quan va acabar el col·legi Felipe se’n va anar a casa. Alguns amics li van demanar que es quedara una mica al parc, però ell els va dir que no podia, que tenia pressa. Sabia que havia de portar-se especialment bé quan la seua mamà no estava a casa. El camí a casa va ser estupend perquè Felipe no es va creuar amb cap gos, i quan va obrir la porta del portal i va cridar a l’ascensor tampoc va aparèixer el gos Pastor del veí. En arribar a casa va fer exactament el que la seua mamà li havia indicat: es va posar a berenar. Després, es va asseure a fer els deures quan va sentir el primer dels trons. “Sembla que hi haurà tempesta” es va dir Felipe, i va seguir amb la tasca. Però poc després del primer tro es va escoltar un altre molt més fort, just al costat de la seua finestra. Van arribar dotzenes de raigs, alguns eren molt gruixuts i duradors. Allò s’estava posant lleig i molt fosc. Els núvols grisos ho cobrien tot i ja quasi no es veia. Va començar a ploure; primer només unes gotetes contra el cristall, de sobte ja no es veia a través de la finestra. A més el vent llançava la pluja contra el cristall amb una força increïble. Felipe va començar a sentir por. Felipe va pensar que mai havia vist una tempesta com aquella. En la penombra del saló va observar que hi havia una lluentor en el portàtil de la seua mamà: s’havia encés només, per l’electricitat de la tempesta. Es va espantar bastant, però va decidir ser valent i no plorar. Després de l’encesa màgica del portàtil de la seua mamà va vindre l’encesa de l’ordinador gran i de la televisió, a més amb el volum al màxim. Els canals canviaven cada dos segons, com si un fantasma invisible controlara el comandament. L’equip de música també es va encendre. Va començar a emetre música i a canviar d’emissora contínuament. Tots els aparells electrònics estaven dominats pels llamps de la tempesta. Hi havia un soroll fort i descontrolat. Felipe intentava apagar-los, però res més pitjar els botons es tornaven a encendre. Era inútil.

La casa s’havia tornat boja i Felipe va sentir més por que mai. Els calaixos dels armaris s’obrien i tancaven sols, el microones es posava a calfar de sobte, les aixetes tiraven aigua. Felipe estava ja davall de la taula del saló, plorant com un bebé i mort de por. A més, les finestres començaven a moure’s com volent obrir-se perquè la pluja, el vent, el fred, els trons i els llamps entraren per a destrossar la casa. Felipe va començar a cridar: “Socors, mamà, socors! Malgrat els trons i del soroll eixordador de la ràdio i la televisió, malgrat el baluern de portes i calaixos obrint-se i tancant-se sense control, malgrat tant de soroll va haver-hi algú que va aconseguir sentir les crides de socors de Felipe. A la casa del veí només estava el gos Pastor, que s’havia despertat de la migdiada i sentia una cosa inusual a casa de Felipe. Pastor es va quedar quiet escoltant, amb les orelles tibants. Entre els colps secs i forts dels mobles i la música va distingir els crits d’auxili de Felipe. I com a bon gos intel·ligent va entendre al moment que una cosa horrible li estava passant al xiquet que vivia a l’altre costat de la paret. Va entendre, entre la confusa mar de sons, que el xiquet estava aterrit i que anomenava a la seua mamà, perquè les paraules més repetides eren “Mamà, vine, per favor!” Pastor va entendre que havia de fer alguna cosa immediatament o una cosa horrible podia passar-li al xicotet veí que tanta por li tenia. Era una gran oportunitat per a demostrar-li que no havia de sentir por per ell ni per cap altre gos.

Al moment va decidir eixir a buscar a la mamà de Felipe. No sabia exactament com trobar-la. Es deixaria portar pel seu instint, sobretot es guiaria pel seu olfacte privilegiat. Amb el seu nas podia olorar-ho tot i ell coneixia bé el perfum que es posava Mimí, la mamà de Felipe. Ell li seguiria el rastre i la portaria de tornada si tot anava bé. Va eixir de l’edifici i ara havia d’actuar amb calma per a trobar el rastre que havia deixat Mimí. No li va resultar gens fàcil perquè feia ja una bona estona que havia eixit i a més la vesprada estava realment humida. Per fi, va aconseguir trobar el seu rastre. El portal, les escales, l’ascensor i fins a la seua casa contenien restes de l’aroma de Mimí. Havia sigut només qüestió de temps. Ara corria per la ciutat. Si en algun encreuament de camins Pastor dubtava sobre quina direcció prendre, es parava un instant i ensumava amb més concentració. Després de pocs minuts va arribar a un edifici. “Guau, guau” es va dir. En el llenguatge dels humans, el que s’ha dit per Pastor significava: “Ací està la mamà de Felipe.” El rastre arribava fins a unes portes de ferro grises i s’endinsava en el portal de l’edifici. De sobte es va adonar que no tenia per què obrir-la. Bastava amb cridar els timbres a veure si hi havia sort. Va començar a cridar-los amb les potes. No van tardar a respondre les primeres veus: “Qui és? Però, què passa? Deixeu ja de cridar!” I mentrestant Pastor vinga “Guau, guau, guau… guau, guau, guau.” Una de les persones que primer va respondre al timbre va ser Mimí. Al principi es va estranyar molt del soroll que sentia. Eren veus de veïns, sorolls de cotxes i lladrucs. Va pensar que s’havien confós o que algun xiquet havia gastat una broma. Estava a punt de penjar quan es va adonar que aquells lladrucs li resultaven familiars. “*Guau, *guau” se sentia. La tia Inés havia preguntat “qui és?” des de l’habitació. “Ningú, només un gos” va respondre Mimí… Us imagineu la sorpresa de la tia Inés. “Però com serà un gos?” va tornar a preguntar. La seua germana Mimí havia eixit disparada escales avall, cridant dins seu. Mimí va captar el missatge del gos i sabia que Felipe estava en perill. Va baixar fins al carrer i Pastor es va abalançar cap a ella. Mimí seguia a Pastor corrent. Van arribar a l’apartament. Mimí va traure la clau d’una butxaca de la jaqueta i va obrir la porta. Felipe seguia on l’havíem deixat, plorant sota la taula del saló. Al seu voltant tot era un desastre de mobles i aparells elèctrics amb vida pròpia. La seua mamà va córrer cap a ell i el va abraçar amb tota la força del món. A poc a poc Felipe es va anar calmant fins a recuperar la parla. Les seues primeres paraules van ser: “Mamà, però què fa el gos del veí a la nostra casa?” La seua mamà li va anar contant tota la història mentre el xiquet s’anava calmant. Pastor continuava allí, mirant-ho tot i molt content d’haver ajudat. Poc després va arribar el veí i se’l va emportar a casa. Abans que se n’anara Felipe es va alçar corrent i li va dir: “Gràcies, Pastor.” Aquesta era la primera vegada que els dos veins s’havien parlat.

A partir d’aquest dia alguna cosa va canviar en el cor de Felipe. Va començar a pensar que potser Pastor no era tan dolent. No deixava de donar-li voltes a la nova idea; probablement Pastor li havia salvat la vida i havia fet coses increïbles per ell. Sens dubte Pastor era un gos amb un cor enorme, a més de molt llest. Ell havia de demostrar-li que ja no li tenia tanta por. Va començar per no eixir corrent escales amunt quan es trobaven en el portal; un altre dia li va acariciar el cap. Aqueix va ser un gran moment perquè va descobrir que era suau. Dies més tard ell i la seua mamà van trobar en una botiga un simpàtic joguet per a gossos. Felipe el va pagar amb els seus propis diners. A la nit va trucar a la porta del veí per a entregar-li el regal a Pastor.

Felipe i Pastor es van adonar que ja eren amics, ara només havien de fer el que fan els vertaders amics, és a dir, compartir el seu temps, estar junts, jugar, parlar i riure. L’amo de Pastor havia posat un anunci en Internet per a trobar a algú que passejara a Pastor al matí i a l’hora del berenar, perquè ell treballava quasi tot el dia. Res més assabentar-se, Felipe es va oferir voluntari i des d’aquell mateix dia el xiquet i el gos comparteixen els millors moments del dia en un parc pròxim. Allí són molt feliços corrent i saltant entre gronxadors, tobogans i palmeres.

UN CONTE MEDIEVAL CONTEMPORANI
MARIO MUÑOZ

Era un bon matí d’estiu de 1420. A una petita aldea de la Manxa, en un lloc del què no vull recordar-me, Carlos es trobava fent això que la falta d’escola a aquella època li permetia: dormir. El jove de catorze anys tenia un son impertorbable, que sols es va trencar per el bram de la seua mare.
-CAAAAAARLOOOOOOS!!
-Què vols, mare?
-Ajudeu-me amb les meues activitats de baixa classe social.
Carlos sabia que no podia desobeir a la seua mare perquè es menjaria la xancleta, així que va fer el que la seua mare volia i la va ajudar en diferents activitats com munyir les vaques o plantar cereals.
Carlos es trobava en mig de la labor quan va veure un estrany cartell a la paret d’una casa. Aleshores es va acostar per inspeccionar-lo amb més deteniment per a vore el que posava escrit.
‘’Atenció, es busquen guerrers entrenats en les armes per a rescatar a la filla del rei, que ha sigut segrestada per un antagonista clònic. Tots els voluntaris hauran d’anar al castell del rei Felip –V per a demanar la seua aprovació, es donarà una generosa recompensa i la mà de la princesa a qui la rescate.
Signat: el Rei’’
En llegir això Carlos es va emocionar. Encara que no tenia experiència alguna en combat, les seues hormones li farien fer tot allò necessari per simplement veure una xica. Així que, sense que la seua mare ho veiera, es va dirigir al castell del rei, a uns 5 quilòmetres de la seua aldea. Perquè ningú el reconeguera, es va posar una túnica que li tapava tot el cos, es va prepara un entrepà de salsitxó, va agafar ‘’prestat’’ un dels cavalls de la seua mare i se’n va anar a l’aventura.
Després de recórrer el camí evitant el major enemic d’un aventurer (la disenteria) Carlos va arribar al castell del rei, Felip –V.
El castell de Felip –V estava ple de tot tipus de luxes i riqueses, obtingudes per mètodes d’explotació molt qüestionables. Carlos no es va quedar observant aquest culte a la cobdícia i va anar directament a la sala del tron.
En entrar, a Carlos li va impressionar la falta de personal que hi havia, doncs sols quedaven el rei i el seu conseller Patroni..
-Què us porta ací, jove?
-He vingut perquè vull rescatar a la seua filla i necessite la seua aprovació.
-Oh, saps una cosa? ets el primer que ha vingut per a rescatar a la meua filla, tota la resta se’n va perquè açò no és un conte de fades i ací la gent té la cordura necessària per adonar-se que açò és un complet suïcidi.
Però Carlos era distint, ell tenia una mentalitat milenial i no l’importava morir.
-Per què hi ha tan poca gent al seu castell?
-Tots els meus soldats estan fora, lluitant amb els musulmans per motius racistes.
-Aleshores, què he de fer per que em trieu per a salvar a la seua filla?
-Oh, no ho havia pensat , estic tan desesperat que m’és igual, però supose que estaria bé si aconseguires la llegendària espasa que es troba dormisquejant en el bosc. Però, ves amb compte, perquè les llegendes diuen que l’espasa està protegida per una sèrie d’endevinalles. Quan l’aconseguisques, podràs anar al castell del segrestador de la meua filla, està als monts de Toledo, no té pèrdua.
-OK, veuré que puc fer, adéu.
-Que la força t’acompanye.
I dit aixó, Carlos es va dirigir a aquell bosc misteriós per aconseguir l’espasa llegendària. Li hauria agradat queixar-se de les dolentes condicions en les quals vivia la classe baixa per culpa dels seus capritxos. Però no va dir res i sols se’n va anar, maldient entre dents el sistema d’organització estamental.
El camí al bosc no va ser molt complicat, doncs estava molt bé senyalitzat i no tenia pèrdua. Pel camí Carlos es va encontrar tot tipus de coses: des d’un hidalgo boig i el seu escuder grosset fins manifestacions feministes. Després d’unes quantes hores caminant, Carlos es va topar finalment amb el bosc misteriós del que li va parlar el rei. En entrar es va topar amb moltes endevinalles increïblement complicades, que va resoldre gràcies a l’ajuda del seu fidel company Google. En arribar al cor del bosc es va encontrar el lloc on es trobava l’espasa. Va anar a agafar-la però uns éssers misteriosos el van detindre.
-Nosaltres som els guardians de l’espasa, i solament nosaltres podrem decidir si ets digne de portar aquesta arma llegendària
-D’acord, què he de fer?
-Voreu, els nostres oracles han divisat que en el futur hi haurà una gran crisis econòmica sobre les terres espanyoles, així que estem prenent mesures per a poder previndre-la. Per això estem cobrant tarifes a tot aquell que vulga usar l’espasa. En resum, l’ espasa són 20 dobles
-20 DOBLES!! Jo no tinc tants diners!
-Sense diners no ni ha espasa.
Carlos va mirar pel sarró que havia portat per al viatge i, casualment i per conveniència del guió, va trobar unes 20 dobles que li havia agafat ‘’prestades’’ a la seua mare.
-Teniu, les 20 dobles.
-Oh, moltes gracies, ara podrem invertir en accions de Apple. Ací tens l’espasa llegendària, un plaer fer negocis amb tu.
Després d’aquella curiosa experiència Carlos, amb la seua flamant i nova espasa, es va dirigir cap als monts de Toledo per a rescatar a la princesa.
De camí va provar l’arma amb alguns arbres que hi havia per allí, causant una massiva desforestació que va deixar sense llar a moltes espècies d’animals, i deixant sense treball a moltes llenyaters. Els camins pels monts de Toledo eren molt tortuosos i difícils de recórrer, però desprès d’un gran esforç per part del cavall de Carlos van aconseguir arribar a la fortalesa del segrestador.
Carlos va trencar la porta d’entrada amb sense miraments amb un puntelló, i es va encarregar fàcilment dels lacais del malvat, a causa de la falta de personal qualificat a les files del vil segrestador. Carlos va pujar les escales fins al terrat. Allí va trobar a la filla del rei a una gàbia, lligada de mans i peus. Davant d’ella estava el segrestador, un ancià amb pell pàl·lida que vestia una túnica negra i tenia els ulls rojos sang. El roí ancià va donar un pas davant.
-Vaja, vaja, vaja com que ací estàs. Supose que has vingut per a rescatar a la princesa.
-No- va dir Carlos sobtadament.
Un silenci incòmode va omplir el terrat.
-Co-com que no? Va dir l’ancià.
-Això mateix, com que no? Va dir la princesa confusa.
-No, no vinc a salvar-te. Amb tots aquests viatges m’he adonat d’una cosa, i es que he pogut veure els efectes que ha tingut la monarquia i l’organització estamental en la població: la gent dels pobles es mor de fam mentres que altres es gasten els diners en joies i luxes. Estic cansat que hi haja classes més poderoses que les altres, i que no tots nasquem amb les mateixes possibilitats. Per això em propose crear un sistema socioeconòmic que ens farà a tots iguals i aconseguirà fer d’Espanya un lloc ideal.
I així és com es va inventar el comunisme.


LA TRIBU

PABLO BATALLER

La tribu dels Konpanos vivia al costat dolent de la Illa de les Dues Cares. Els dos costats, separats per un gran penya-segat, eren com la nit i el dia. El costat bo estava regat per rius i ple d’arbres, flors, ocells i menjar fàcil i abundant, mentre que en el costat dolent, gairebé sense aigua ni plantes, s’amuntegaven les bèsties ferotges. Els Konpanos tenien la desgràcia de viure allà des de sempre, sense que hi haguera forma de creuar. La seua vida era dura i difícil: tot just tenien menjar i beguda per a tots i vivien sempre aterrits per les feres, que periòdicament devoraven a algun dels membres de la tribu.
La llegenda contava que alguns dels seus avantpassats havien pogut creuar amb l’única ajuda d’una petita perxa, però feia tants anys que no creixia un arbre prou resistent com per fabricar una perxa, que pocs Konpanos creien que allò fos possible, i s’havien acostumat a la seua difícil i resignada vida, passant fam i somiant amb no acabar com sopar d’alguna bèstia famolenca.
Un dia, la capritxosa naturalesa va fer créixer a la vora del penya-segat que separava les dues cares de l’illa un arbre prim però fort amb el que van poder construir dues perxes. L’expectació va ser tan enorme que no hi va haver dubtes a l’elegir els afortunats que podrien utilitzar-les: el gran cap i el bruixot.
Quan aquests van tenir l’oportunitat de fer el salt, van sentir tanta por que no es van atrevir a fer-ho. Van pensar que la perxa podria trencar-se, o que no seria prou llarga, o que alguna cosa eixiria malament durant el salt … i van donar tanta vida a aquells pensaments que la seua por els va portar a rendir-se. I quan es van veure així, pensant que podrien ser objecte de burles i comentaris, van decidir inventar velles històries i llegendes de salts fallits i intents fracassats d’arribar a l’altre costat. I tant les van explicar i les van estendre, que no havia Konpano que no sabera de la imprudència i insensatesa que suposaria tan sols intentar el salt. I allà es van quedar les perxes, disponibles per a qui volguera utilitzar-les, però abandonades per tots, ja que prendre una d’aquelles perxes s’havia convertit, a força de repetir-ho, en el més impropi d’un Konpano. Era una traïció als valors de sofriment i resistència que tant els distingien.
Però en aquella tribu van sorgir Hubse i Enbia, un parell de cors joves que desitjaven al seu interior una vida diferent i, animats per la força del seu amor, van decidir un dia utilitzar les perxes. Ningú ho va impedir, però tots van tractar de desanimar-los, convencent-los amb mil explicacions dels perills del salt.
– I si fora cert el que diuen? – es preguntava el jove Hubse.
– No faces cas. Per què parlen tant d’un salt que mai han fet? Jo també tinc una mica de por, però no sembla tan difícil – responia Enbia, sempre decidida.
– Però, si ix malament, seria un final terrible – seguia Hubse, indecís.
– Pot ser que el salt ens isca malament, i potser no. Però quedar-nos per sempre en aquest costat de la illa ens eixirà malament segur. Coneixes a algú que no haja mort devorat per les feres o per la fam? Aquest també és un final terrible, encara que semble que encara ens quede lluny.
– Tens raó, Enbia. Si esperem molt, potser no tinguem les forces per donar aquest salt la pròxima vegada. Ho farem demà mateix.
A l’endemà, Hubse i Enbia van saltar a la cara bona de l’illa. Mentre recollien les perxes, mentre prenien impuls, mentre sentien l’impuls, la por a penes els deixava respirar. Quan volaven pels aires, indefensos i sense suports, sentien que alguna cosa havia eixit malament i els esperava una mort segura. Però quan van aterrar a l’altra banda de l’illa i es van abraçar feliços, van pensar que no havia estat per tant. Mentre corrien a descobrir la seva nova vida, van poder escoltar a l’esquena, com en un cor de veus apagades, les següents paraules:
– Han tingut sort.
– Jo pensava fer-ho demà.
– Quin salt tan dolent! Si no arriba a ser per la perxa…
Quan van sentir les declaracions dels Konpanos que van decidir sofrir en la cara dolenta, van comprendre per què tan pocs saltaven. Era perquè a aquella cara de l’illa, només es quedaven aquelles persones sense somnis, plenes de por i desesperança, que no saltarien mai per aquelles persones que amb fal·làcies havien omplit de por els seus somnis que, per arriscats que foren, eren seus.

La detective Esther

LA DETECTIVE ESTHER
———————————————————————————————–¬———-¬¬¬¬¬¬—————————————————–

ESTELA GRACIA GARCÍA, 2º ESO B. Había una vez en un futuro remoto, en un mundo corrupto, donde los humanos poseían muy poca libertad por culpa de las máquinas y sobre todo por culpa de aquellos líderes políticos que solo piensan en el dinero y el consumo.
Esther, una muchacha detective con mucha experiencia en su trabajo, estaba harta de aquellas injusticias que provocaban la aparición de muchos criminales que hacían el mal por venganza y odio.
Un día Esther tuvo un nuevo e importante caso: Alguien había secuestrado al presidente y a muchos políticos de su partido. El caso era difícil, apenas había pistas y lo único que se sabía del secuestrador o secuestradores es que lo habían hecho por ideales políticos, como así decía el comunicado hallado en la escena del crimen.
La detective y su escuadrón fueron a casa del presidente: Una enorme mansión en medio de la ciudad. Donde fue visto por última vez. Cuando se dirigían hacia el lugar recorrieron gran parte de la ciudad., Esther vio rascacielos tan altos que no se podía ver su final, medios de transporte muy avanzados, robots de todo tipo de formas y tamaños…
Cuando llegaron allí miles de personas rodeaban el lugar preguntándose qué habría pasado. Enseguida Esther mandó órdenes de evacuar la zona.
Cuando todo estaba tranquilo, Esther y los suyos decidieron entrar ¡De repente! El modo anti-intrusos se activó provocando que todas las puertas del edificio se cerraran, ahora nadie podía salir ni entrar. El criminal seguía dentro del edificio, les había tendido una trampa. Los criminales mataron a los policías y secuestraron a Esther. Se la llevaron en una nave lejos de allí a un lugar difícil de encontrar. Allí Esther conoció al líder, quien le explicó que ellos eran un grupo de personas que luchaban por su libertad y contra las injusticias. Es por eso que cometían actos vandálicos, como secuestrar al presidente, además habían descubierto que este era corrupto.
El líder de ellos le dijo a nuestra protagonista que la habían estado investigado, querían que Esther se uniera a ellos. Al principio Esther no se creyó nada, no iba a perdonarles después de todo el daño que habían causado, pero el tiempo que estuvo presa se dio cuenta de que no mentían, ellos luchaban para que las máquinas no los sometieran, querían ser libres y que el mundo cambiase. Así que Esther decidió unirse a ellos.
Con la ayuda de la detective y sus conocimientos de policía; cada día el movimiento crecía y ganaba poder. Hasta convertirse en un imperio que provocó incluso guerras, para liberar ciudades enteras de gobiernos dictatoriales…
Un día cuando el movimiento creció lo suficiente el mundo se dividió en dos bandos, los que luchaban por su libertad y pertenecían al movimiento y los que no. Entre ellos surgieron muchas guerras y conflictos, así que decidieron pactar un acuerdo: Los que pertenecían al movimiento y querían vivir en un mundo diferente se marcharían en una enorme nave a Marte donde podrían vivir gracias a las avanzadas tecnología y los que no pertenecían a este movimiento se quedarían en la Tierra.
Y así fue como en una enorme nave, Esther viajó hasta Marte donde ella y muchos más tuvieron nuevas oportunidades y crearon un mundo diferente y mejor con leyes justas, libertades, con una democracia real… FIN.

Microrrelato

ESTELA GARCÍA GARCÍA. El último día de clase la profesora Laura de castellano hizo para nosotros, la clase de 2ºB grupo 1, una actividad grupal para que elaboráramos nuestras propias historias. Primero jugamos a un “alto el lápiz”. De este juego seleccionamos las palabras clave para elaborar nuestras historias, después cuando las terminamos las leímos e hicimos una votación para decidir cuál de las historias era la favorita.
Todas eran muy originales y estaban bien redactadas pero la que más nos gustó fue la de nuestra compañera Julia Fernández.
Os invito a leerla. ¡Espero que os guste!

Julia Fernández

No hace mucho tiempo, vivía en Suecia una chica llamada Sofía. Ella nació en Soria, pero, se mudó a sus 28 años a Suecia.

Ella desde muy pequeña le decía a sus padres que veía cosas que no eran muy normales. Veía todo tipo de sombras, de personas, de animales…
Cuanto más mayor se hacía más reales eran las sombras.
Sus padres decidieron llevarla al médico, pero el médico dijo que eran alucinaciones suyas y que no tenía cura.

Su padre le regaló un silbato para que cuando las sombras se acercaran lo soplara a ver si desaparecían, aunque sea por un periodo de tiempo. El silbato funcionaba tal y como dijo su padre.
En Suecia encontró a un chico con el mismo problema que ella y le contó que bajo ningún concepto dejara que le tocaran las sombras porque si lo hacía, moriría al instante, como le pasó al hermano del chico.

Una noche, Sofía estaba cenando sopa y volvió a ver las sombras. esta vez ella la pudo distinguir a la perfección. La sombra tenía forma de sapo, pero no un sapo cualquiera, era un sapo gigante, de unos dos metros de alto.

Sofía buscó el silbato pero no lo encontró, se lo había dejado en su habitación.
Mientras el sapo se acercaba empezó a sentir una soledad enorme y empezó a acordarse de su familia y amigos, sabiendo que no los volvería a ver.
El sapo la tocó y desapareció al instante.

Desde que pasó eso nadie recuerda haber conocido a Sofía, ni sus padres ni sus amigos.

Avís de privacitat: Ús de cookies pròpies per a anàlisis de visites

Este lloc web utilitza cookies pròpies amb l'únic propòsit d'analitzar el trànsit i millorar l'experiència de l'usuari. Les cookies són xicotets arxius de text que s'emmagatzemen en el teu dispositiu quan visites el nostre lloc. No compartim esta informació amb tercers ni la utilitzem per a fins publicitaris.

Veure política de cookies