El lugar donde el Club de Lectura desarrolla la casi totalidad de sus actividades es, como no podría ser de otra forma, la biblioteca del centro. Una biblioteca luminosa y amplia que pasó a denominarse SERGIO PASCUAL HERNÁNDEZ (1994-2012) a modo de homenaje póstumo a nuestro alumno, quien tras una larga e infatigable batalla contra el cáncer, inició, lamentablemente, ese viaje definitivo y enigmático hacia la infinitud.
…Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando;[…]
Se morirán aquellos que me amaron;
El viaje definitivo, Juan Ramón Jiménez
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y
encalado,
mi espíritu errará, nostálgico…
Desde el centro se le quiso ofrecer un reconocimiento a su persona porque, además de que resultaba muy fácil de querer, era un lector incansable y disfrutaba inmensamente con los libros, poder «volar» a otros lugares, vivir otras vidas… Por ese motivo, coincidiendo con el medio año de su fallecimiento, un frío viernes 11 de enero de 2013 se realizó un emotivo y cálido acto con la presencia de su familia, amigos, compañeros y profesores para darle su nombre a la biblioteca del centro, un acto sencillo, no en vano cargado de gran emotividad y cariño.
Con ello, pretendíamos que su memoria fuera honrada en este espacio único, de ahí que se descubriera el magnífico retrato a la entrada de la biblioteca, elaborado con gran maestría por el profesor de Educación Plástica y Visual, Pablo García, en el que supo plasmar magistralmente la esencia de Sergio a través de su mirada serena junto a su irrepetible sonrisa. Dicho lienzo se colocó en un lugar de paso obligado para todos los alumnos, a quienes contempla con dulzura y parece decirles: «Esforzaos, no os rindáis nunca y dad lo mejor de vosotros a los demás».
Desde entonces su nombre y su retrato ocupan un espacio preferente para honrar la biblioteca: ese rincón preciado, ese lugar en el que se escriben infinidad de vidas con sus anhelos y sueños, como la de Sergio, un modo de retener y fijar las vivencias en la palabra, de atraparla -dada su fragilidad- y convertirla así en permanente.
Por último, cabría señalar que el centro se enorgullece de que la biblioteca lleve su nombre para evocar lo que él significó: un gran ejemplo de lucha y superación. En consecuencia, él sigue tan vivo como la biblioteca, la cual se renueva constantemente, incrementándose cada curso su fondo bibliográfico con la adquisición de nuevos volúmenes, con el acogedor rinconcito de lectura y, cómo no, de la creación y dinamización del Club de Lectura, un espacio para descubrir otras vidas y otros lugares apasionantes.
¡¡VEN Y ÚNETE AL CLUB DE LECTURA DEL IES LAS FUENTES!!
Ten siempre presente el proverbio hindú:
"Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora!"