Hace ya nueve años nos propusimos el reto de asumir la dirección del centro. Un reto porque en la decisión estaban implícitas la ilusión, la responsabilidad que se asumía y una motivación para dedicar un tiempo de la vida profesional a este ejercicio de la función directiva sabiendo que, también, iba a exigir una conciliación de la vida profesional y familiar, que en determinados momentos ha sido complicada.
Los centros educativos, como organizaciones educativas, se transforman en función de las personas que trabajan en ellos. A lo largo de estos cursos hemos trabajado con el convencimiento de que un lugar agradable en el que trabajar, un equipo de personas con ganas de poner en marcha y desarrollar proyectos, el mantenimiento de un buen clima de convivencia y la colaboración con los centros educativos de la localidad eran fundamentales en la evolución del instituto. La implicación y el compromiso del profesorado ha sido un pilar para construir esa comunidad educativa que formamos ahora, y a la que se sumaron con entusiasmo alumnos y familias. Se ha actualizado el funcionamiento y la gestión del centro, y trabajamos desde la idea de ofrecer a nuestros alumnos una formación integral.
Son muchos los planes, proyectos y actividades que se han realizado en el centro y que completan la actividad más académica. Jornadas culturales, talleres, concursos literarios, enigmas, competiciones deportivas, conferencias y charlas, viajes, excursiones de índole diversa…asambleas de delegados, formación de mediadores, escuela de padres…
Como suele suceder cuando se termina un viaje, vienen a la memoria los paisajes y las vivencias; recuerdos dulces, amargos y agridulces; con alumnos, compañeros, familias y repletos también de letras, normativas y muchas siglas educativas. Pero nuestro viaje no termina, sólo hemos concluido una etapa. Todas las organizaciones e instituciones tienen que renovarse y eso es un síntoma de buena salud. El instituto también está inmerso en este proceso. Otras compañeras van a asumir este reto de la dirección, y durante este curso estamos haciendo el relevo. Ellas continuarán nuestra tarea y la enriquecerán para que el centro siga evolucionando y mejorando. Les deseamos mucha suerte en ese cometido. Nuestro agradecimiento a todos los sectores de la comunidad educativa que no sólo creyeron en nuestro proyecto sino que han participado en su desarrollo. Permitidnos un reconocimiento a nuestras familias, a las que hemos privado en muchas ocasiones de un tiempo personal que hemos dedicado al centro, pero que han sabido comprendernos.
Y, el próximo curso ya sabéis, nos vemos en las aulas.
Geraldine Calaforra Bosch, Ana Bellver Soto y Myriam Hernández Marina