Empresa Jaluje
Hace 20 años, coincidiendo con la remodelación del Ceip Gabriel Miró, vimos la oportunidad de poder cocinar en la escuela de nuestros hijos, así que nos pusimos en marcha y elaboramos un proyecto para ofrecer el servicio de comedor. Nuestro sueño se hizo posible gracias a la confianza que el equipo directivo y las familias depositaron en nosotros, y en Septiembre de 2001 estrenamos la cocina del colegio, ya que anteriormente no había cocina.
Anteriormente ya habíamos trabajado 7 años en la cocina de un comedor escolar en Villajoyosa y algunos más en diversas cocinas de hoteles y restaurantes, vamos, que experiencia teníamos bastante… Nuestro objetivo fue y sigue siento elaborar comidas caseras, ricas y nutritivas, con productos de proximidad, frutas y hortalizas de temporada. En estos 20 años nos hemos sentido muy respaldados por el equipo directivo del centro, ya que siempre han entendido que el comedor escolar es muy importante en la escuela y nos han facilitado los recursos necesarios para tener una cocina y un comedor muy bien equipados. Además del servicio de comedor, también llevamos el servicio de monitoras de comedor, ellas son las encargadas de atender a los niños y niñas dentro y fuera del comedor.
Jaluje es una empresa familiar, cercana, comprometida con la salud y con el medio ambiente. Para ayudarnos en nuestro objetivo de ofrecer unos menús ricos, equilibrados nutricionalmente y saludables contamos con la colaboración de una nutricionista y con el respaldo del equipo directivo del centro.
Algunos de nuestro compromisos son:
- Reducir los fritos
- Aumentar los elaborados al horno
- Reducir los productos ultraprocesados
- Incrementar el consumo de legumbres
- Incluir diariamente frutas y verduras de temporada y de proximidad
- Ofrecer comidas 100% caseras
Hace un año,en marzo del 2020, nos vimos obligados a apagar los fogones por los motivos que todos conocemos y al volver en Septiembre, después de 6 meses, nos hemos reafirmado en nuestro compromiso de alimentar y cuidar a nuestro comensales, a los que hemos echado muchísimo de menos en esos meses de parada forzosa.
La mayor recompensa a nuestro trabajo es la satisfacción de cuidar a nuestros comensales y contar con el respaldo y el reconocimiento de las familias año tras año.