Programar, organizar, supervisar y realizar, en su caso, los trabajos en el monte y en viveros, controlando y protegiendo el medio natural y capacitando a las personas para la conservación y mejora ambiental, aplicando los planes de calidad, prevención de riesgos laborales y protección ambiental de acuerdo con la legislación vigente.
Las personas que obtienen este título ejercen su actividad en el área de gestión de grandes, medianas y pequeñas empresas, públicas o privadas, tanto por cuenta ajena como por cuenta propia, dedicadas a la gestión forestal, a la cinegético–piscícola, a la de viveros forestales, al desarrollo de programas de educación ambiental, a la información, comunicación, formación, interpretación y actividades de acompañamiento y guía en el medio socio–natural, al control y vigilancia del medio natural y sus recursos. También ejerce su actividad en los servicios de extinción de incendios forestales como trabajador dependiente de las administraciones públicas. Así mismo, está capacitado para organizar, controlar y realizar tratamientos plaguicidas según la actividad regulada por la normativa vigente.
En la sociedad actual se ha incrementado de manera importante la preocupación por los problemas relativos a la conservación del patrimonio natural y de la biodiversidad. Entre estos aspectos destacan la globalización de los problemas ambientales, los efectos del cambio climático, la presión sobre los recursos naturales, el agotamiento de los mismos, la desaparición de especies de flora y fauna silvestre y la degradación de espacios naturales de interés. Esto da mayor relevancia a la protección de los espacios naturales, configurándola como una de las herramientas básicas para la conservación, el uso sostenible y la mejora y la restauración del patrimonio natural y de la biodiversidad. En este sentido, y según datos del 2008, la superficie de espacios naturales protegidos sobre el total de la superficie de España rondaba ya el 11,63%. Todo esto justifica la aparición de profesionales titulados en este sector.
Igualmente hay que señalar que la superficie forestal en España sobrepasa la mitad del territorio nacional y destaca especialmente la superficie de bosques explotables.
Si comparamos los dos últimos Inventarios Forestales Nacionales realizados en España, se puede apreciar una mejora cuantitativa y cualitativa de las masas arboladas, aumentando la biodiversidad, los trabajos selvícolas, las repoblaciones, la prevención de incendios y la mejora de la madera.
Además el sector forestal, que es un yacimiento de empleo rural al evitar así el despoblamiento y el abandono del campo, contribuye a la generación de riqueza y a la protección de la biodiversidad, revitalizando el medio natural. Así pues, la actividad cinegética y piscícola debe basarse en la sostenibilidad ecológica y en la viabilidad económica, es decir, en el mantenimiento a largo plazo tanto de la población explotada como del ecosistema en que se encuentra, así como en generar riqueza y empleo en el medio rural. Sólo una adecuada gestión de dichos recursos puede conseguir estos objetivos.
Las innovaciones en este sector se dirigen a la producción de biomasa como combustible, a la mejora tecnológica de máquinas, herramientas y equipos y al uso de las nuevas tecnologías de la información.
Actualmente la preocupación por los problemas ambientales hace que las Administraciones apoyen iniciativas dirigidas a la educación ambiental como recurso para concienciar a la población. De esta manera surgen pequeñas empresas en zonas rurales, que posibilitan la contratación de personas del entorno. En esta línea, la red de espacios naturales protegidos da lugar a una interesante oferta de ocio, tiempo libre y turismo activo, que precisa de personal cualificado que conozca e interprete el medio.