Y este año nada más quemar la falla nos hemos adentrado en las pascuas y la primavera y como es de costumbre rápidamente hemos cambiado el taller fallero para intentar encontrar y ayudar al conejito de pascua al cual le gusta esconder huevos de chocolate y nos hemos transformado en grandes panaderos y cocineros para elaborar y decorar, después de llevarla a cocer, nuestra propia mona de pascua.