Y como no, llegó el mes de Marzo y toda València se volvió «loca» llena de luz, color, olor, música, monumentos… y nosotros no podíamos ser menos.
A lo largo de varías semanas convertimos la escuela en un gran taller de artistas fallero y con la colaboración indispensable de las familias, con los «ninots» que aportaron, llegamos a construir una gran falla que versaba alrededor de la PAZ.
Y como todo monumento fallero le llegó su hora y con la presencia y ayuda de los bomberos de la ciudad de Valencia pusimos el colofón a unas semanas festivas con la «cremà» de nuestra falla, no sin antes haber probado un delicioso chocolate ofrecido por IRCO y haber realizado nuestra particular «botellà».