Imaginad meter en vuestras casas a un extraño y, durante una semana, cuidarlo como si fuera vuestro hijo o hija. Uno ya crecidito, que no hable vuestro idioma, que no coma vuestra comida, que no comparta con vosotros la misma cultura… imaginad que esa semana os tocara entretenerlo y participar en un montón de actividades, y hacerle de comer, y prepararle el almuerzo, y la comida, y el desayuno y la cena…
Pues bien, en nuestro cole un montón de familias se ofrecieron para hacerlo y diez compartieron la semana pasada con un niño o una niña de Alemania.
No puedo explicaros lo agradecidísimos que estuvieron con el trato recibido. Nuestras familias han demostrado ser increíblemente acogedoras y generosas. Muchísimas gracias a todos y todas por vuestro interés, vuestra implicación, vuestro compromiso… y por ser tan geniales!! ¡¡¡Sois los y las mejores!!!